Dos entrenadores negros se unieron ayer a Brian Flores en su demanda que alega prácticas racistas de contratación en la NFL a la hora de cubrir vacantes en puestos de estrategas y gerentes generales.
La demanda actualizada ante una corte federal en Manhattan incluye ahora como denunciantes a los coaches Steve Wilks y Ray Horton.
De acuerdo con la demanda, Wilks fue discriminado por los Cardenales de Arizona en 2018, cuando se le contrató como un “entrenador puente”, sin recibir una oportunidad significativa de tener éxito. Por su parte, Horton habría sufrido un trato discriminatorio en enero de 2016, cuando los Titanes de Tennessee lo entrevistaron como candidato a entrenador en jefe, pero sin intenciones reales de contratarlo, indica la denuncia.
Edición: Ana Ordaz
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