Lionel Messi levantó el segundo trofeo con Argentina en menos de un año al vencer 3-0 a Italia ayer en la Finalissima entre los últimos campeones de Sudamérica y Europa.
Los goles fueron convertidos por los delanteros Lautaro Martínez, Ángel Di María y Paulo Dybala, a los 28 , 45 y 90 minutos, respectivamente, en el estadio Wembley de Londres, la emblemática “Catedral del Futbol”, en la que la Albiceleste nunca había ganado un partido.
La denominada Finalissima, de carácter oficial, reditó la antigua Copa Artemio Franchi que disputaban los campeones continentales hasta 1993. Argentina había sido su último vencedor. “Está bueno acostumbrarse a ganar”, declaró el capitán Messi luego de la consagración, que le otorgó su segundo trofeo con el seleccionado mayor. “Este grupo está preparado para cualquier cosa, siempre con los pies en el suelo y con humildad. Estamos para pelearle a cualquiera”.
Con este triunfo, el seleccionado argentino estableció una nueva marca de partidos seguidos sin perder (32) y despejó algunas dudas en torno a su verdadero potencial, a pesar de conquistar la Copa América en 2021, con la cual rompió un maleficio de 28 años sin títulos. Además, se clasificó al mundial de Qatar sin sobresaltos.
Pero al conjunto dirigido por Lionel Scaloni se le reclamaba una prueba ante un rival europeo con historia. La Azzurra ganó la Eurocopa también el año pasado, pero sorpresivamente se quedó fuera del mundial por segunda vez consecutiva.
“Por momentos lo hicimos muy bien, fuimos superiores, hicimos un partido redondo”, valoró Rodrigo De Paul. “Creemos mucho en lo que hacemos, tenemos al mejor de todos (por Messi) y vamos a competir” en la Copa del Mundo.
Edición: Ana Ordaz
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