Los migrantes detenidos en Libia enfrentan atroces abusos y las mujeres son especialmente vulnerables a la violencia sexual y habitualmente son violadas a cambio de comida o agua, denunciaron este miércoles investigadores de la ONU.
La misión de la ONU que investiga la situación en Libia y visitó en varias ocasiones el país, señaló que los migrantes que intentan llegar a Europa denuncian haber sufrido "violencias sexuales por parte de los traficantes, muchas veces con el objetivo de extorsionar a sus familias".
"La misión tiene motivos razonables para creer que se cometieron crímenes contra la humanidad contra los migrantes en Libia", destacó la delegación, reiterando denuncias previas de este grupo de investigación.
Miles de migrantes son detenidos en centros gestionados por el Departamento de Lucha contra la Migración Ilegal, cuyas instalaciones están controladas por grupos armados no estatales o son retenidos por los traficantes.
Los extranjeros son detenidos de forma "arbitraria" y "sistemática" y son víctimas de "asesinatos, desapariciones forzadas, tortura, esclavitud, violencia sexual", entre otros abusos.
El riesgo de sufrir violencia sexual es tal, que "algunas mujeres y niñas se colocan un implante anticonceptivo para evitar un embarazo no deseado", señalaron los autores del informe.
Una migrante que fue retenida en Ajdabiya relató que sus captores le exigieron mantener relaciones sexuales a cambio del agua que necesitaba para su hijo de seis meses que estaba enfermo.
En octubre, la misión de la ONU denunció que el país ha sufrido crímenes de guerra y contra la humanidad desde 2016.
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Edición: Mirna Abreu
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