Durante julio de 1518 en una ciudad de lo que ahora es Francia se registró un extraño padecimiento que al momento no ha podido ser explicado, aunque existen diversas teorías, y que cobró la vida de decenas de personas, quienes bailaron sin cesar durante varios días.
También conocida como La Plaga de la Danza, la epidemia de baile tuvo origen en Estrasburgo y el primer caso documentado es el de una mujer que comenzó a bailar en la calle sin que nada pudiera detenerla.
Frau Troffea, como se identificó a la primera paciente, bailó durante días hasta que su cuerpo colapsó por el agotamiento.
Durante esos días de baile, otras personas mostraron la misma actitud y una semana después del primer evento ya eran más de 30 quienes bailaban sin parar.
Los días pasaron y surgieron más bailarines en las calles, los cuales fueron perdiendo la vida por las lesiones, el cansancio, paros cardiacos y otras afectaciones a causa de su imparable movimiento.
Se estima que cerca de 400 personas fueron afectadas por este padecimiento y alrededor de 100 perdieron la vida por la compulsión de bailar.
Por la época, se desconoce exactamente qué fue lo que causó la epidemia. En su momento se consideró la posibilidad de una posesión demoníaca, una actividad de una secta para atraer favores o una enfermedad que calentaba la sangre.
Sin embargo, las teorías actuales señalan que es probable que las personas afectadas hayan consumido algún alimento contaminado con cornezuelo, un hongo que produce convulsiones.
Otros científicos señalan que pudo ser una especie de histeria colectiva a causa de los diversos factores de estrés que se vivían en la época en Estrasburgo.
A esta epidemia de baile incontrolable también se le ha llamado Danza macabra.
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