La artista francesa James Colomina puso esta semana en Nueva York sin permiso una estatua para denunciar al presidente de Rusia, Vladímir Putin, y se convirtió rápidamente en objeto de ensañamiento, dijo a Efe este viernes.
Colomina puso al mandatario sobre un pequeño tanque de juguete en un parque infantil de Central Park y la respuesta de los neoyorquinos a la figura de Putin "fue patadas, puñetazos y puños de arena en la cara", explicó en un correo electrónico.
"¡La escultura no pasó desapercibida! Eso es lo que me gusta, cuando hay una interacción real", aseguró la francesa, que pintó a su Putin ficticio completamente de color rojo, alago común en sus estatuas.
La artista describió la obra como "una escultura que pretende denunciar el absurdo de la guerra y la valentía de los niños ante situaciones violentas y catastróficas que ellos no desencadenaron".
La estatua estuvo en el pulmón de Manhattan solo el 2 de agosto, ya que Colomina la tuvo que quitar porque "ya no estaba presentable" y el cañón de juguete sobre el que estaba el mandatario lucía roto.
Además de en Nueva York, Colomina ha exhibido esta misma estatua en los Jardines de Luxemburgo de París y el Parque Joan Miró de la ciudad de Barcelona.
El no disponer de permisos oficiales para hacer estas instalaciones ha hecho que la artista tenga "algunos problemas con las autoridades", reveló.
"Es un poco como un juego del gato y el ratón, tienes que pasar desapercibido", explicó.
Edición: Laura Espejo
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