Contra todos los pronósticos, las Águilas de Filadelfia son el último equipo con marca perfecta en la actual temporada, y el quarterback Jalen Hurts se ha quedado con buena parte del crédito.
Pero el éxito de las huestes del entrenador Nick Siriani va mucho más allá de Hurts, el recién llegado receptor A.J. Brown o el cuarto mejor ataque terrestre de la NFL. La palabra clave en Filadelfia este año ha sido equilibrio.
Los Eagles (5-0) son apenas uno de dos conjuntos que se ubican entre los 10 mejores de la liga en ofensiva y defensiva total, en puntos y yardas de la liga. ¿El otro? Los Bills de Buffalo, que arrancaron la campaña como favoritos en Las Vegas para llegar al Súper Tazón. Los números de Filadelfia pueden perderse en el hecho de que sólo una de sus victorias ha sido ante un equipo con balance positivo esta temporada. Un triunfo el domingo ante la tercera mejor defensiva de la liga, en el encuentro que arrancará a las 19:20 horas, validaría su récord y les otorgaría a las Águilas el respeto que viene con un inicio de 6-0.
Dallas, rival de los Eagles en la División Este de la Conferencia Nacional, también llegará enrachado al Lincoln Financial Field.
Cooper Rush se convirtió en el primer quarterback en la historia de los Vaqueros (4-1) en ganar sus primeros cinco duelos de inicio. Sin embargo, el éxito difícilmente se le puede atribuir a Rush. Más bien es obra de una defensiva que no ha permitido más de 17 puntos en ninguno de esos choques.
Edición: Ana Ordaz
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