A lo largo de los siglos, el llanto se ha estereotipado como una expresión femenina e incluso a los hombres se les enseña desde pequeños a reprimir sus sentimientos para no llorar en público. Sin embargo, estudios han demostrado que en entornos con contexto deportivo, las lágrimas masculinas son socialmente aceptadas.
En su análisis Las creencias sobre las emociones están vinculadas a las creencias sobre el género: el caso del llanto de los hombres en los deportes competitivos, la autora Heather J. MacArthur destaca que los hombres no son penalizados socialmente cuando lloran en situaciones como cuando un atleta masculino anuncia su retiro, su equipo favorito sufre una derrota o algunos momentos importantes dentro y fuera del campo.
“El llanto de los hombres puede ser particularmente prominente y público en los deportes competitivos precisamente porque los deportes se perciben como muy masculino”, señala la autora de la investigación publicada en la revista científica Frontiers in Psychology.
Por otro lado, MacArthur señala que en otro tipo de contextos el llanto masculino suele juzgarse como debilidad.
“Probé la hipótesis de que el llanto de los hombres se consideraría más aceptable en contextos que se perciben como masculinos y que los hombres reportarían una mayor probabilidad de llorar en un entorno estereotípicamente masculino que en uno estereotipadamente femenino”, explica.
Otro estudio reportó que los aficionados del futbol manifestaron que viven de forma más intensa el triunfo o derrota de su equipo que una ruptura amorosa o que el nacimiento de su primer hijo.
“Las expectativas culturales de masculinidad continúan requiriendo que los hombres expresen sus emociones en formas que las deslindan claramente de la mujer y la feminidad”, advierte la especialista.
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