El propietario de Twitter, Elon Musk, anunció que Linda Yaccarino será la nueva directora ejecutiva de la red y que ella se “centrará principalmente en las operaciones comerciales”, mientras que él se enfocará “en el diseño de productos y nuevas tecnologías de la red social”.
Musk, que tomó el puesto de director ejecutivo tras la compra de la red social el año pasado, dijo hoy en un tuit que está “emocionado al dar la bienvenida a Linda Yaccarino” en su nuevo rol; poco antes, Yaccarino había anunciado que dejaba su puesto como jefa de publicidad de NBCUniversal.
Su perfil publicitario podría servir para calmar los temores, ya que los constantes cambios radicales de Musk en las políticas de Twitter han creado desconfianza y han hecho huir a los anunciantes.
Linda Yaccarino, de 59 años, fue presidenta de publicidad global y asociaciones de NBCU, trabajó durante más de una década en esa empresa y como jefa de ventas de publicidad fue clave en el lanzamiento del servicio de transmisión Peacock con publicidad de la compañía, según The Wall Street Journal (WSJ).
El medio, además, señala que el apodo de Yaccarino es: “martillo de terciopelo”, debido a sus duras tácticas de negociación.
El mes pasado, en una conferencia en Miami Beach, Yaccarino entrevistó a Musk y le preguntó por su visión de Twitter. En el anuncio de su cita le preguntaba al magnate si estaba "listo para hablar de negocios" con ella, y vaya que lo hicieron: ahora ella quien ocupará el cargo que él ostentó por siete meses entre mucha polémica.
En 2021, el año anterior a que Musk se hiciera con la red social y la sacara de la bolsa, la publicidad representó casi el 90 % de los ingresos de la empresa.
Pero después las cosas cambiaron radicalmente: de los 100 principales anunciantes en Twitter antes de que Musk comprara la compañía, 37 no gastaron nada en publicidad en la red durante el primer trimestre de este año, según la firma de inteligencia de mercado Sensor Tower, mientras que otras 24 marcas redujeron su gasto promedio mensual en publicidad en Twitter en un 80% o más.
En abril, Musk dijo que Twitter podría tener un flujo de caja positivo tan pronto como este trimestre.
Las medidas de Musk en Twitter
Después de comprar Twitter por 44 mil millones de dólares Musk despidió a varios de los principales líderes de la compañía, incluido el director ejecutivo Parag Agrawal, el asesor legal y el director financiero.
El pasado diciembre, Musk planteó la idea de nombrar a alguien para que se hiciera cargo de la gestión diaria de la plataforma de redes sociales y en una encuesta de 12 horas que el multimillonario publicó en su cuenta de Twitter, 57 % de los participantes dijo que debería renunciar como director ejecutivo.
Sin embargo, entonces no lo hizo, y zanjó la cuestión con una broma: “¡Renunciaré como CEO tan pronto como encuentre a alguien lo suficientemente loco como para asumir ese puesto!”, dijo.
Hoy, la noticia de que Musk dejará a un lado sus responsabilidades en Twitter fue celebrada entre los inversores, ya que después de su tuit sobre la búsqueda de una nueva directora ejecutiva para Twitter, las acciones de Tesla (otra de las compañías propiedad de Musk) se dispararon y cerraron con un alza del 2 %.
Tras hacerse con el control de la empresa en octubre de 2022, incluso desde antes, cuando anunció su intención de compra, Elon Musk ha puesto de cabeza a usuarios e inversionistas.
En meses pasados, Twitter anunció que los usuarios de la plataforma ya no podrían incluir en sus publicaciones enlaces a otras redes sociales, como Facebook o Instagram. De hacerlo, estarían sujetos a sanciones. Horas más tarde Musk dio marcha atrás y aseguró que su intención era "suspender cuentas solamente cuando el objetivo 'principal' de esas cuentas sea la promoción de competidores".
El intento de prohibición de publicar enlaces a otras redes sociales provocó quejas y desaprobación e incluso desconcertó al cofundador de Twitter, Jack Dorsey, quien había respaldado la adquisición de Musk. Dorsey cuestionó la nueva política con escueto tuit: "¿Por qué?"
"Tormenta perfecta"
El analista Dan Ives, de la consultora Wedbush, calificó la gestión de Musk como una "tormenta perfecta". Destacó la deserción masiva de los anunciantes, que según dijo ha dejado a Twitter "en rojo".
Poco después de hacerse cargo de la plataforma, Musk anunció que el sitio cobraría ocho dólares por mes para verificar las identidades de los titulares de las cuentas. Pero tuvo que suspender el cuestionado plan "Twitter Blue" tras una vergonzosa avalancha de cuentas falsas.
El 4 de noviembre, cuando Musk dijo que la empresa perdía 4 millones de dólares al día, Twitter despidió a la mitad de sus 7 mil 500 empleados.
Musk también restableció la cuenta de Donald Trump, aunque el ex presidente de Estados Unidos indicó que no tenía interés en la plataforma y dijo que Twitter ya no se esforzaría en combatir la desinformación sobre el Covid-19.
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Musk también suspendió la cuenta @elonjet, que informaba automáticamente sobre los movimientos del jet privado del magnate, asegurando que podría poner en peligro a su familia.
Luego suspendió temporalmente las cuentas de varios periodistas que informaron sobre el tema.
Empleados de CNN, The New York Times y The Washington Post estuvieron entre los afectados en una medida que generó fuertes críticas, incluso de la Unión Europea y las Naciones Unidas.
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