'Corsage', un toque moderno a la emperatriz Elisabeth de Austria

Corsage, una película, que ahora se proyecta en versión limitada y recientemente fue preseleccionada para una nominación al Óscar, pretende ser un examen empático de una mujer incomprendida, atrapada en la prisión de su género, su tiempo, su posición, su celebridad y su belleza. 

Nadie esperaba que la estrella del filme, Vicky Krieps, saltara por la ventana tras una filmación. Fue un momento en el que ella llegó a ser un poco más fuerte que el hombre y un hombre se lo acababa de quitar.

La escena involucró un combate de esgrima entre Krieps, interpretando a la emperatriz Isabel de Austria, y Florian Teichtmeister como el emperador Francisco José. Es un partido sencillo y se supone que Elisabeth está ganando, en medio de una tensa discusión. Pero Teichtmeister decidió cambiar la coreografía en ese momento para que él ganara.

Cuando Teichtmeister salió, la escena técnicamente había terminado, pero Krieps todavía estaba en ella. La directora, Marie Kreutzer, mantuvo las cámaras rodando como lo hace a veces y, de repente, Krieps estaba llorando. Luego caminó hacia la ventana y saltó. Todos jadearon.

"¿Por qué está saliendo por la ventana?", exclamó el director de fotografía. Ella estaba bien. La habitación estaba en el primer piso. Pero no estaba en el guion.

La película fue en realidad, técnicamente, idea de Krieps. La emperatriz del siglo XIX la había fascinado desde que era una niña, cuando, sin que su madre feminista lo supiera, que repelía las "cosas de princesa", vio la trilogía Sisi de Ernst Marischka en la casa de un amigo. Las películas de la década de 1950 protagonizadas por Romy Schneider, a la que se hace referencia con el apodo de Elisabeth, son un elemento básico de las transmisiones navideñas en Europa. Cuando era adolescente, Krieps fue un poco más allá y tomó una biografía.

“Siempre sospeché de cualquier cosa demasiado agradable y perfecta. Era demasiado joven para entender todo de manera racional, pero me sentí relacionado con esta mujer y sentí que estaba atrapada”, comentó Krieps. “La describieron como muy excéntrica, montando mucho, usando un corsé todo el tiempo, sin comer, usando equipo de ejercicio. Seguí pensando, pero ¿por qué? Tenía la sospecha de que estaba triste o enojada, pero no pude leer nada al respecto. Se quedó conmigo”.

En 2016, después de trabajar con Kreutzer en la película Solíamos ser geniales, Krieps le preguntó si le gustaría hacer una película de Sisi juntos. Kreutzer se negó.

“Marie pensó que era una muy mala idea”, comentó Krieps. “Literalmente dijo: '¿Qué? No, eso es estúpido'”.

Kreutzer, que es austríaca, había crecido con la trilogía Kitsch y el rostro de Elisabeth en la mercancía por todas partes. En su memoria, ni siquiera estaba segura de que Krieps hablara en serio, pero sí sabía que quería hacer una película de época. Así que fue un shock para Krieps cuando, unos años más tarde, abrió su buzón y encontró un guion de Kreutzer.

“Querida Vicky, supongo que tenías razón”, decía una postal adjunta.

La película no es una imagen de vestuario estándar, ni siquiera una película biográfica sencilla por razones prácticas y temáticas.

“Sabía que tendría que tener otro estilo”, dijo Kreutzer. “Queríamos que no pareciera tan decorado y que fuera más simple”.

Corsage comienza cuando Elisabeth cumple 40 años y la película tiene florituras modernas y una banda sonora con música de la estrella pop francesa Camille. Algunos la han comparado con Marie Antoinette de Sofia Coppola, aunque, como una persona le dijo a Kreutzer, "menos irónica".

"Si tuviera que ponerlo en términos musicales, Marie Antoinette es pop y Corsage es acústica”, dijo Kreutzer.

Y llegó justo en el momento adecuado para Krieps, quien acababa de volverse mucho más famosa después del éxito de Phantom Thread, y sintió que había echado un vistazo detrás de la cortina.

“Para mí, ella realmente parecía la primera víctima de la cultura de las celebridades”, declaró Krieps sobre Elisabeth. “Recuerdo haberle dicho a Marie: 'Ahora todos somos Sisi porque tenemos Instagram y Facebook y nos hemos convertido en nuestras propias víctimas de nuestra propia imagen'”.

El rodaje fue bastante complicado. Por un lado, Krieps decidió usar un corsé todo el tiempo para sentir realmente lo que sentía Elisabeth. Esto, admite ahora, fue un error, pero se comprometió.

“Así de obstinada soy”, dijo Krieps, quien, gracias a los largos días en el set, terminó usando el corsé por muchas más horas de las que cualquier mujer de la época, incluso Sisi, hubiera tenido.

Era difícil sentarse, montar, cercar y respirar. No podía comer ni beber café con él puesto y, en su mayoría, se limitaba a los batidos y a comer por la noche. Ella y Kreutzer también decidieron que debería permanecer un poco aislada y distante del elenco, lo cual fue difícil de diferentes maneras.

Cuando llegó el momento de filmar la escena de esgrima, Krieps estaba sintiendo todo muy profundamente.

“Ese fue un día muy triste. En realidad fue muy doloroso para mí. pensé, ¿en serio? Haces una película sobre esto y esto está sucediendo ahora”, dijo. “Ese día mi dolor había superado todo lo que podía soportar y solo necesitaba ir a alguna parte con él. Por eso me tiré por la ventana”.

El único otro pensamiento en su mente fue: "Espero que no haya andamios debajo".

En realidad, nunca le preguntó a su coprotagonista, a quien ama y respeta y sabe que es amable, por qué tomó esa decisión. ¿Quizás estaba inconsciente? ¿Quizás su ego se hizo cargo? Pero la hizo sentir conectada con algo más grande que la película.

Kreutzer se había olvidado del salto de la ventana en algún lugar en el desenfoque de la filmación y la postproducción. De hecho, incluso habían filmado otra escena de salto de ventana, esa estaba escrita. Luego, en la edición, lo redescubrió. La iluminación no era perfecta, pero era cruda. Y al final, el sin guion hizo el corte.

“Fue la primera película que odié hacer, pero me encanta ver. Cuando lo veo, se me pone la piel de gallina porque siento esta liberación que todos necesitamos”, señaló Krieps. “Las mujeres tienen heridas muy, muy profundas a lo largo de generaciones. Y tenemos que hablar de eso y tenemos que curarlo y tenemos que salir de eso”.
 

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Edición: Estefanía Cardeña