El príncipe Harry asistirá a la coronación de su padre, informó el miércoles el Palacio de Buckingham, poniendo fin a meses de especulaciones sobre si el príncipe sería bienvenido después de presentar cargos de racismo y manipulación mediática contra la familia real.
Su esposa Meghan, la duquesa de Sussex, permanecerá en la casa de la pareja en el sur de California con sus dos hijos pequeños, el príncipe Archie y la princesa Lilibet, dijo el palacio. Una declaración casi idéntica de los representantes de Sussex confirmó la noticia.
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La fecha del 6 de mayo de la coronación en la Abadía de Westminster coincide con el cumpleaños de su hijo.
Si bien el anuncio debería silenciar el debate sobre "lo hará o no lo hará" en los medios británicos, no terminará con la telenovela real que gira en torno a Harry y Meghan mientras el rey Carlos III se prepara para su coronación.
Cuando el príncipe asistió a los funerales de su abuelo, el príncipe Felipe, y su abuela, la reina Isabel II, los comentaristas discutieron de todo, desde si se le permitiría a Harry usar su uniforme militar hasta dónde estaba sentado exactamente. Y siempre está la duda de si se encontrará cara a cara con su padre y su hermano mayor, el príncipe William.
Esa intriga solo aumentará después de que Harry y Meghan avivaron su crítica a la familia real en una serie de seis partes de Netflix sobre su decisión de retirarse de los deberes reales hace tres años, a lo que siguió la decisión de Harry de revelar secretos familiares en su bestseller, Spare.
Harry y Meghan, que es birracial, alegaron que ella enfrentó actitudes racistas tanto del palacio como de la prensa del Reino Unido. El tratamiento contribuyó a su decisión de abandonar el país.
Las revelaciones en Spare, incluidos detalles de conversaciones privadas con su padre y su hermano, el príncipe William, avivaron las tensiones entre Harry y su familia que se hicieron públicas cuando él y su esposa se mudaron a América del Norte en 2020.
El libro también incluía acusaciones de que los miembros de la familia real entregan regularmente a la prensa información poco halagadora sobre otros miembros de la Casa de Windsor a cambio de una cobertura positiva de ellos mismos.
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El príncipe señaló a Camila, la reina consorte, acusándola de filtrar conversaciones privadas a los medios mientras buscaba rehabilitar su imagen después de casarse con Carlos. Camilla una vez fue vilipendiada por su largo romance, lo que contribuyó a la ruptura de su matrimonio con la difunta princesa Diana, la madre de Harry y William.
La acritud entre Harry y su familia una vez más salió a la luz pública el mes pasado cuando los Sussex dijeron que se les había pedido que abandonaran su hogar en Gran Bretaña.
Frogmore Cottage, una residencia real en los terrenos del Castillo de Windsor al oeste de Londres, fue la residencia principal de la pareja antes de que renunciaran a sus deberes reales y se mudaran a Montecito, un enclave rico en el sur de California.
Edición: Estefanía Cardeña
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