Casi todo el mundo espera, y realmente quiere ver, que Carlos Alcaraz y Novak Djokovic se encuentren cara a cara en las semifinales del Abierto de Francia. Falta mucho por recorrer, y ambos empezaron ayer sus andaduras en Roland Garros con victorias en sets corridos ante oponentes que se bautizaron en un “Grand Slam”.
Todo apuntaba a debuts sin mayores sobresaltos para que los dos favoritos al título le tomaran el pulso al torneo en arcilla. Y así fue, salvo breves apuros al final para ambos.
Djokovic, campeón de 22 grandes, saltó primero a la pista del estadio Philippe Chatrier, para enfrentar a Aleksandar Kovacevic, un estadunidense de 24 años oriundo de Nueva York que inició la semana como 114 en el ránking.
El tercer cabeza de serie sacó por la victoria con ventaja 5-4 en el tercer set, pero le quebraron el servicio. Para sorpresa de nadie, no tardó en recuperarse y se impuso por 6-3, 6-2, 7-6 (1). “Me hizo trabajar por la victoria”, afirmó Djokovic.
Alcaraz entró en escena después, con el cartel de campeón del Abierto de Estados Unidos y primero del ránking, para jugar en el estadio Suzanne Lenglen contra Flavio Cobolli, un italiano de 21 años oriundo de Florencia que asoma como el 159 del mundo.
El español se impuso por 6-0, 6-2, 7-5.
La checa Linda Fruhvirtova, quien fue subcampeona de la Copa Yucatán, cayó 6-2, 6-2 frente a Anastasia Pavlyuchenkova.
Edición: Ana Ordaz
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