Una empresa emergente de India decidió matar dos pájaros de un tiro: por un lado atendió el desperdicio de mango, consecuencia de un exceso de producción, y por otro ofrece al mercado un tipo de piel vegana que se fabrica sin usar plásticos altamente contaminantes.
AAMATI es una empresa que decidió transformar los residuos de mango en cuero de fruta, un material que reduce los emisiones de gases de efecto invernadero, libre de crueldad animal y que no usa petroquímicos.
La Mango Leather es una piel sintética que aprovecha las fibras del mango para tener al menos cinco años de vida útil sin los efectos negativos del cuero animal y la mayoría de los productos sintéticos que se comercializan en el mundo y usan PU y PVC, plásticos altamente contaminantes.
“El futuro ahora gira en torno al aprovechamiento sostenible de los residuos alimentarios agrícolas. Lo que nos diferencia del cuero vegano sintético y sin piel de animal convencional es nuestra utilización de biopolímeros derivados de material de fibra fermentada obtenido de pulpa de mango. Este proceso transformador produce un extraordinario material similar al cuero que contrasta marcadamente con las alternativas existentes”, explica AAMATI.
El cuero de AAMATI cumple con los objetivos de la empresa que es darle un valor agregado al mango, generar conciencia ecológica y revolucionar la industria de los productos de piel de origen no animal.
“No sólo beneficia a los agricultores sino que también se alinea con el principio de la industria vegana del cuero de origen vegetal y el bienestar animal, haciendo una contribución significativa hacia un planeta más verde”, destaca.
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