Luka Modric hizo estallar de júbilo al estadio Santiago Bernabéu mientras sus compañeros lo abrazaban después de darle al Real Madrid una dramática victoria ayer por 1-0 sobre el Sevilla en la Liga española.
Modric ingresó de cambio a los 75 minutos y, seis después, sacó un soberbio disparo desde la medialuna hasta el fondo de las redes tras pegar en un poste.
Con el apurado triunfo, los merengues se consolidaron al frente de la Liga con 65 unidades, ocho por encima del Barcelona, que el sábado goleó 4-0 al Getafe. Girona, que suma 56 puntos, podría recuperar el segundo lugar con una victoria hoy ante el Rayo Vallecano.
“La persistencia es uno de nuestros fuertes, jamás paramos, insistimos, creamos y lo buscamos hasta el final”, afirmó Modric. “No se nos podían escapar los puntos, porque el Barcelona se había acercado mucho y no lo podíamos permitir”.
El Sevilla vio rota una racha de cuatro jornadas sin derrota para quedarse en la 15a. posición con 24 unidades, seis por encima de la zona de descenso.
Luego de marcar su segunda diana del campeonato, Modric se trepó en una de las vallas publicitarias para gritar el tanto mirando a las gradas mientras sus compañeros lo cargaban y abrazaban. El astro croata ha sido relegado esta temporada a un papel secundario al perder la titularidad y comenzar a comentarse que su futuro en el equipo es incierto.
Antes del partido, se brindó un reconocimiento por parte de las gradas a Sergio Ramos, quien volvió al Bernabéu como jugador del Sevilla.
Edición: Ana Ordaz
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La Jornada