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16/11/2024 | San Pedro Sula, Honduras
La tormenta tropical Sara comenzó a moverse ligeramente más rápido el sábado después de estancarse sobre Honduras, inundando la costa norte de la nación centroamericana, haciendo crecer los ríos y atrapando a algunas personas en sus casas.
Durante la noche cayeron lluvias sostenidas que continuaron el sábado en la ciudad de San Pedro Sula, donde la tormenta cortó el acceso a toda una comunidad cuando se desbordó un paso de río. Durante el fin de semana, la región podría sufrir inundaciones repentinas y deslizamientos de tierra que podrían poner en riesgo la vida, según el Centro Nacional de Huracanes con sede en Miami.
El sistema meteorológico tocó tierra el jueves por la noche a unos 165 kilómetros al oeste-noroeste de Cabo Gracias a Dios, en la frontera entre Honduras y Nicaragua. El Centro de Huracanes esperaba que la tormenta siguiera avanzando el sábado y el domingo a un “movimiento algo más rápido hacia el oeste-noroeste” hacia el Golfo de Honduras antes de tocar tierra en Belice.
Luego se espera que Sara gire hacia el noroeste hacia la Península de Yucatán en México, aunque los meteorólogos dijeron que probablemente no volverá a emerger en el Golfo después de cruzar Yucatán.
Los residentes empapados por la lluvia estaban nerviosos el sábado porque las condiciones trajeron recuerdos de la desastrosa temporada de huracanes de noviembre de 2020, cuando dos poderosas tormentas pasaron por la región, desplazando a cientos de miles de personas y causando daños generalizados.
De pie en la orilla de un río, Carlos Canelas, de 48 años, reconoció que muchos residentes como su madre habían ignorado las advertencias oficiales de evacuar el barrio Flor de Cuba de San Pedro Sula. El sábado por la mañana, la mujer de 77 años quedó aislada del resto de la ciudad porque el cruce del río colapsó y permaneció en casa con su hijo de 35 años con necesidades especiales.
“Por eso no fui a trabajar, pero poco o nada puedo hacer”, dijo. “Puedo cruzar el río nadando, pero ¿cómo saco a mi madre?”.
En noviembre de 2020, las tormentas Eta e Iota pasaron por Honduras después de haber tocado tierra en Nicaragua como poderosos huracanes de categoría 4. El norte de Honduras sufrió lo peor de las tormentas con lluvias torrenciales que provocaron inundaciones que desplazaron a cientos de miles de personas. Eta por sí sola fue responsable de hasta 30 pulgadas (76 cm) de lluvia a lo largo de la costa norte.
El Centro de Huracanes dijo el sábado que la marejada ciclónica podría elevar los niveles de agua a lo largo de las áreas costeras del norte de Honduras hasta 3 pies (1 metro) por encima de lo normal.
“Cerca de la costa, la marejada estará acompañada de olas grandes y destructivas”, según el centro. “Una marejada ciclónica podría elevar los niveles de agua hasta entre 30 y 90 centímetros por encima del nivel del suelo cerca y al norte de donde el centro de
Sara cruza la costa de Belice”.
Edición: Fernando Sierra