El Servicio de Seguridad de Ucrania, conocido por sus siglas SBU, afirmó que dañó los cimientos del puente de Kerch que une Rusia con Crimea -un territorio anexionado de forma ilegal-, que es una arteria clave para los suministros militares rusos en la guerra.
El SBU dijo que detonó mil 100 kilogramos (2 mil 400 libras) de explosivos en el lecho marino durante la noche, dañando los cimientos del puente en una operación que tomó varios meses en prepararse. Fue el tercer ataque ucraniano al puente desde la invasión de Rusia a su vecino en febrero de 2022, dijo el SBU.
“El puente está ahora efectivamente en una situación de emergencia”, afirmó el SBU.
Detalló que no hubo civiles muertos o heridos en la operación. No fue posible confirmar de forma independiente las afirmaciones.
El tráfico a través del puente de Kerch se detuvo durante tres horas a primera hora de la mañana del martes, pero reabrió a las 9 horas, según canales oficiales rusos en redes sociales.
Zelensky pide más presión sobre Moscú
El mandatario ucraniano dijo que el ataque a Sumy fue un “golpe completamente deliberado contra civiles” y que uno de los cohetes atravesó la pared de un edificio de apartamentos pero no estalló.
“Los rusos golpearon brutalmente Sumy, apuntando directamente a la ciudad, a las calles corrientes, con artillería de cohetes”, dijo Zelenskyy.
“Eso es todo lo que necesitan saber sobre el ‘deseo’ de Rusia de terminar esta guerra”, escribió el presidente ucraniano en una publicación en Telegram.
Zelensky apeló a la presión global y a la “acción decisiva de Estados Unidos, Europa y todos en el mundo que tienen poder” — sin ella, dijo, el presidente ruso Vladímir Putin “no aceptará ni siquiera un alto el fuego”.
La guerra ha matado a más de 12 mil civiles ucranianos, según Naciones Unidas, así como a decenas de miles de soldados de ambos lados a lo largo de los aproximadamente mil kilómetros (620 millas) del frente, donde la guerra de desgaste continúa a pesar de los esfuerzos liderados por Estados Unidos para negociar un acuerdo de paz.
Un sorprendente ataque con drones ucranianos
Aunque Rusia tiene un ejército más grande y más recursos económicos que Ucrania, un espectacular ataque con drones ucranianos durante el fin de semana dañó o destruyó más de 40 aviones de guerra en bases aéreas dentro de Rusia, infromaron funcionarios ucranianos, considerándolo un golpe serio para el arsenal estratégico del Kremlin y su prestigio militar.
El Ministerio ruso de Defensa reconoció que el ataque ucraniano incendió varios aviones en dos bases aéreas, pero dijo que el Ejército repelió intentos de ataques en otras tres bases aéreas.
Tanto Zelensky como Putin han estado ansiosos por mostrar al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que comparten su ambición de poner fin a los combates, con el objetivo de evitar posibles medidas punitivas de Washington. Ucrania ha aceptado un alto el fuego propuesto por Estados Unidos, pero el Kremlin lo rechazó efectivamente. Putin ha dejado claro que cualquier acuerdo de paz tiene que ser en sus términos.
Dmitry Medvedev, un ex presidente ruso que ahora se desempeña como subjefe del Consejo de Seguridad del país presidido por Putin, indicó el martes que no habría tregua en la invasión de Rusia a su vecino.
“Las conversaciones de Estambul no son para alcanzar una paz de compromiso en términos delirantes de otros, sino para asegurar nuestra rápida victoria y la destrucción completa del (gobierno de Ucrania)”, dijo.
En un aparente comentario sobre los últimos ataques ucranianos, declaró que “la represalia es inevitable”.
“Nuestro ejército está avanzando y continuará avanzando”, dijo Medvedev, agregando que “todo lo que debe ser destruido será destruido, y aquellos que deben ser eliminados lo serán”.
Una reunión Putin-Zelensky-Trump es ‘improbable’ pronto, dice Moscú
El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, respondió a las sugerencias de que una reunión cara a cara entre Putin, Trump y Zelensky podría romper el estancamiento, diciendo que era “improbable en el futuro cercano”.
Mientras tanto, una delegación ucraniana de alto nivel encabezada por la vice primera ministra y ministra de Economía, Yuliia Svyrydenko, viajó a Washington para conversaciones sobre defensa, sanciones y recuperación de posguerra, dijo el martes Andrii Yermak, jefe de la oficina presidencial de Ucrania.
La delegación se reunirá con representantes de los dos partidos políticos principales de Estados Unidos, así como con asesores de Trump, agregó Yermak.
Los ucranianos en las calles de Kiev celebraron el sorprendente ataque con drones de su país en bases aéreas rusas, pero eran pesimistas sobre las posibilidades de un acuerdo de paz.
Rusia ha ampliado recientemente sus ataques en Sumy y en la región de Járkiv tras la promesa de Putin de crear una zona de amortiguamiento a lo largo de la frontera que podría evitar que los ataques ucranianos de largo alcance alcancen suelo ruso. La ciudad de Sumy, a unos 25 kilómetros (15 millas) de la frontera, tenía una población antes de la guerra de alrededor de 250 mil personas.
El Ministerio ruso de Defensa afirmó el martes que sus tropas habían tomado la aldea ucraniana de Andriivka, cerca de la frontera en la región de Sumy. Ucrania no hizo comentarios inmediatos sobre la afirmación, que no pudo ser verificada de forma independiente.
Edición: Estefanía Cardeña