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La Jornada
10/06/2025 | Moscú, Rusia
Juan Pablo Duch
La ciudad de Kiev y el puerto de Odesa, sobre todo, aunque otras localidades ucranianas también se vieron afectadas, sufrieron la madrugada de este martes uno de los mayores ataques aéreos de los tiempos recientes, con 315 drones y siete misiles disparados por Rusia, la mayoría contra la capital de Ucrania, informó su presidente, Volodymir Zelensky, al hacer en redes sociales un balance de la noche anterior.
“Los golpes rusos se escuchan más fuerte que los intentos de Estados Unidos y otros países de obligar a Rusia a la paz”, resumió Zelensky.
Después de esta noche de ataques, el boxeador ucranio, Oleksandr Usyk, que a mediados de julio defenderá el título de campeón absoluto en la categoría de peso pesado ante el británico, Daniel Dubois, en el estadio londinense de Wembley, declaró a la emisora británica BBC Sport: “Quisiera invitar al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, a que venga a Ucrania y viva una semana en mi casa. Sólo una semana. Le doy mi casa. Disfrute la estancia, con mucho gusto, y vea que pasa cada noche. Cada noche, encima de la casa, verá bombas, drones y misiles. Cada noche”.
Por su parte, la única fuente de Rusia autorizada para hablar de acciones bélicas, que es el ministerio de Defensa, reportó que “todos los aparatos aéreos no tripulados dieron en los objetivos programados: empresas de la industria aeronáutica, de misiles, tanques y otros sectores del complejo industrial militar”, tanto de Kiev como de Odesa, en primer lugar.
“Se trata de hecho del primer ataque de magnitud contra Kiev, el cual afectó empresas del complejo industrial-militar de Ucrania. Sin embargo, no hay que detenerse, tomando en cuenta la debilidad de la defensa antiaérea ucrania. En la capital de Ucrania hay todavía decenas de empresas que trabajan en interés del ejército de su país”, reflexionó en Telegram el canal Rybar, cercano a un sector del Estado Mayor del ejército ruso.
Según las autoridades urbanas de esos sitios atacados, y conforme a datos preliminares, en Kiev murió una mujer, cuatros resultaron heridos y los impactos dañaron edificios residenciales, un centro de negocios, almacenes y la estación de trenes; en Odesa, hubo dos muertos, 13 heridos y destrucciones de una maternidad, una clínica privada, una base de ambulancias, edificios residenciales, un complejo deportivo y la estación de trenes.
“Esta noche el enemigo volvió a golpear el corazón de nuestra identidad nacional. Dañó la Catedral de Santa Sofía en Kiev, sitio sagrado que ha resistido durante siglos y simboliza el nacimiento de nuestro Estado. La onda expansiva de los impactos con explosivos destruyó la cornisa del ábside principal de este monumento de significado nacional. Este templo del siglo XI es el alma de toda Ucrania”, lamentó el ministro de Cultura ucranio, Mykola Tochytskyi.
Además, en Odesa las bombas cayeron sobre sus Estudios Cinematográficos, el lugar donde se creó el cine ucranio, destruyendo pabellones, almacenes, decorados y vehículos”, agregó el ministro.
Entretanto, Moscú y Kiev llevaron a cabo este martes la segunda etapa del intercambio de prisioneros de guerra, acordado en Estambul y sin precisar el número de beneficiados, cumpliéndose así el vaticinio que hizo ayer (lunes) el canciller ruso, Serguei Lavrov, al intervenir ante los participantes en un llamado “Foro 2050”: las “acciones bélicas” continuarán de modo paralelo a las “cuestiones humanitarias” (como el canje de prisioneros).
Sanciones de Occidente
Los cancilleres de Rusia, Serguei Lavrov, y de su aliado, Bielorrusia, Maxim Ryzhenkov, condenaron este martes las sanciones de Occidente, entendido como Estados Unidos y su socios, contra sus respectivos países.
“Coincidimos en la necesidad de seguir enfrentando las sanciones y agresiones jurídicas de Occidente en contra de nuestros países y muchos otros”, afirmó Lavrov, tras reunirse en Moscú con su homólogo bielorruso.
Ryzhenkov, de su lado, dijo que “querían asfixiarnos y dividirnos, con sanciones sin precedentes y amenazas militares directas de la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte), pero en realidad sólo nos hicieron más fuertes al robustecer los lazos de integración de nuestros Estados”.
Los cancilleres hablaron antes de que Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, anunciara –y se pudo ver a través de un video en X– el paquete de sanciones contra Rusia número 18, que incluye:
Prohibir el uso de los gasoductos Flujo del Norte y Flijo del Norte-2; reducir el precio máximo del petróleo ruso hasta 45 dólares por barril (actualmente es de 60 dólares); añadir 77 buques cisterna a la “flota en la sombra” que utiliza Moscú para transportar su crudo al margen de las sanciones; proscribir la importación de derivados de petróleo de materias primas rusas; desconectar del sistema de transferencias internacionales SWIFT otros 22 bancos rusos; prohibir cualquier transacción con bancos sancionados; extender las sanciones a bancos de otros países que se usan para eludir las restricciones; así como incluir 22 empresas de China y Bielorrusia en la lista de sancionados.
Edición: Ana Ordaz