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El Atlético de Madrid se despidió de la Copa Mundial de Clubes, condenado por una desfavorable diferencia de goles, a pesar de que se impusieron 1-0 al Botafogo, reinante campeón de la Copa Libertadores, con un dramático gol tardío de Antoine Griezmann.
Los brasileños avanzaron como segundos del Grupo B, escoltando al campeón europeo París Saint-Germain. Los tres clubes terminaron con dos victorias y una derrota, pero la goleada 4-0 del PSG al Atlético en su primer partido hace ocho días le cobró factura al conjunto de la capital de España.
“Habrá pocos equipos que se queden fuera con seis puntos, pero es nuestro caso. Hay que asumirlo”, dijo Griezmann, quien ingresó tras al descanso por Conor Gallagher. “Tenemos muchas cosas que trabajar y mirar. Hay que empezar desde dentro, nosotros mismos”.
Obligado a ganar al menos por tres, el Atlético mantuvo una presión constante en el complemento. No fue sino hasta los 87 minutos cuando pudo anotar el único tanto del encuentro en el Rose Bowl de Pasadena, California. El delantero argentino Julián Álvarez gambeteó a dos defensores del Fogão por el costado izquierdo del área y mandó un pase al otro extremo para que Griezmann empujara el balón al fondo de la red.
Los “colchoneros” sabían que ese gol no sería suficiente para avanzar. Se regresan a casa como el primer club de Europa eliminado del renovado torneo.
Edición: Estefanía Cardeña