“Es un gran honor y una gran responsabilidad”, afirmó Óliver Pérez sobre lo que significa para él superar a Fernando Valenzuela, Aurelio Rodríguez y Juan Gabriel Castro y ser el primer mexicano con 18 temporadas en Grandes Ligas.
Ayer el experimentado relevista logró oficialmente el récord y en gran forma: el mánager Terry Francona lo llamó con corredor en segunda, sin outs, y con ventaja de 8-2 ante los Reales de Kansas City para tomar el lugar de Carlos Carrasco.
Pérez apagó el fuego al ponchar al emergente Ryan McBroom, a Erick Mejía, también tirándole, y al dominar a Brett Phillips con rola a primera base.
“Son nombres que han dejado mucha huella en el beisbol mexicano y claro que yo quiero hacerlo también”, expresó el zurdo, que se formó y debutó en la Liga Mexicana con los Leones de Yucatán -el coach Roberto Pérez Aguilar lo firmó en 1997-, y que comienza su tercera campaña con los Indios de Cleveland, con los que en los dos años anteriores se convirtió en un brazo confiable para la tropa de Francona en las últimas entradas.
El sinaloense se refirió al “Toro” Valenzuela, que como él lanzó con las fieras antes de una larga carrera en las Mayores, como uno de sus ejemplos a seguir. “En un momento yo estuve viendo a Fernando como uno de los ídolos y me gustaría que los jóvenes vean a Óliver como una persona que hizo su sueño (realidad), jugó por tanto tiempo y representó a México por varios años”, señaló el ex melenudo, que en sus primeros dos años con la tribu tuvo efectividad de 2.84, un salvamento y WHIP de 1.014 en 73 entradas.
Óscar Rivera, otro zurdo y estelar de la loma surgido de la cantera de las fieras, que recordó que entrenaba con Óliver atrás del Estadio Carlos Iturralde, destacó en entrevista con La Jornada Maya que a Pérez siempre le ha importado mucho ser un buen ejemplo para la juventud. “Lo principal para él es que lo vean como un ejemplo a seguir, sobre todo, las nuevas generaciones”, apuntó el legendario selvático sonorense.
Óliver tendrá que hacer algunos ajustes por la nueva regla de que cada bombero tiene que enfrentar a un mínimo de tres bateadores, pero como ya se vio ayer su oficio y amplia experiencia previa como abridor lo deben ayudar a salir adelante. En 2018 le batearon .155 y el año anterior, .242. En su carrera le bateaban .242.
Edición: Ana Ordaz
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