Internacional > Sociedad
Ap
03/12/2025 | Nueva Orleans, Estados Unidos
Agentes federales comenzaron a patrullar las calles de Nueva Orleans el miércoles como parte de la ofensiva del gobierno del presidente Donald Trump contra la inmigración en Estados Unidos, buscando detener a inmigrantes acusados de crímenes violentos, dijo un funcionario de Seguridad Nacional.
Agentes enmascarados patrullaron un suburbio con alta población hispana en vehículos con y sin matrícula, y un residente dijo a The Associated Press que vio cómo algunos agentes arrestaban a varios hombres fuera de una tienda de mejoras para el hogar en Nueva Orleans, una escena familiar que se ha repetido en varias ciudades importantes en los últimos meses.
El comandante de la Patrulla Fronteriza, Gregory Bovino, quien encabezó operaciones de aplicación de la ley en Chicago, Los Ángeles y Charlotte, Carolina del Norte, se reunió el miércoles con agentes agrupados en el estacionamiento de un Home Depot.
Hay más de 200 agentes de los servicios de Aduanas y Protección Fronteriza y de Inmigración y Control de Aduanas (CBP e ICE, respectivamente, por sus siglas en inglés) trabajando en la operación de Nueva Orleans, según un funcionario federal que no estaba autorizado a hablar del asunto públicamente. El objetivo es realizar la mayor cantidad de arrestos posible durante al menos 60 días.
La subsecretaria del Departamento de Seguridad Nacional, Tricia McLaughlin, declaró en un comunicado que la operación de Nueva Orleans tiene como objetivo capturar a inmigrantes liberados tras ser arrestados por delitos como allanamiento de morada, robo a mano armada y violación.
Los agentes de migración han cubierto ciudades grandes y pueblos pequeños en todo el país desde enero para poner en marcha la agresiva agenda de deportación masiva del presidente. Se espera otra operación en los próximos días en Minnesota, dirigida a inmigrantes somalíes. Las redadas han sido recibidas con protestas y demandas.
El operativo en Luisiana se llama “Catahoula Crunch” (“Aplastamiento Catahoula”), de acuerdo con el patrón del Departamento de Seguridad Nacional de asignar a las redadas nombres específicos de la región. El perro leopardo de Catahoula es el can oficial del estado de Luisiana. Documentos de planificación obtenidos por The Associated Press se referían a la operación de Luisiana como “Swamp Sweep” (“Barrido en el pantano”).
Operaciones federales comienzan en grandes tiendas
El miedo y la incertidumbre han pesado mucho en la comunidad inmigrante en Nueva Orleans, una ciudad conocida como la cuna del jazz en Estados Unidos y por sus celebraciones de Mardi Gras y su rica mezcla de culturas francesa, española, africana y nativa.
Un testigo vio a agentes federales perseguir y arrestar a personas en el estacionamiento de una tienda de mejoras para el hogar el miércoles por la mañana.
“Intentaron cruzar la calle corriendo, pero los atraparon”, dijo Jody Styles, quien estaba en una gasolinera cerca de Lowe’s cuando los llegaron los agentes.
Un convoy de vehículos con y sin matrícula pasó lentamente por gasolineras y un Walmart en Kenner, un suburbio con la mayor concentración de residentes hispanos de cualquier ciudad en el estado.
En un momento dado, los agentes se detuvieron y hablaron con un hombre que cortaba el césped antes de continuar. En otro vecindario, alrededor de una docena de agentes rodearon una casa donde un hombre estaba en el techo, esperando que los agentes se retiraran. Residentes y defensores estaban cerca, filmando el encuentro.
La comunidad inmigrante se prepara
Algunos negocios en áreas con alta población hispana han cerrado, diciendo que permanecerán así hasta que termine la operación. Otros negocios tienen letreros en sus puertas donde prohíben la entrada a agentes federales de inmigración.
En la puerta de Los Hondureños, un restaurante en la cercana Kenner, había una nota escrita a mano diciendo que cerraba hasta nuevo aviso. Terminaba: “Thank you, The Hondurans”.
Hace 20 años, Nueva Orleans empleó a miles de trabajadores latinos que ayudaron a reconstruir después del huracán Katrina. Pero no ha escapado a las crecientes tensiones sobre la inmigración.
A principios de esta semana, decenas de personas salieron a las calles, a pesar de la lluvia y las bajas temperaturas, para protestar contra la inminente represión.
Foto: Ap
Políticas santuario bajo fuego
El gobernador de Luisiana, el republicano Jeff Landry, ha señalado delitos en los que el estatus migratorio del sospechoso está en duda, como el asesinato de un guía turístico del Barrio Francés por un grupo en el que había un hondureño que ingresó ilegalmente al país.
El gobierno de Trump también ha apuntado a las políticas de inmigración de la ciudad.
La secretaria de Justicia, Pam Bondi, ha acusado a Nueva Orleans de incumplir las leyes migratorias federales. El Departamento de Justicia incluyó a Nueva Orleans en una lista de 18 ciudades consideras santuario porque ayudan a inmigrantes sin estatus legal.
Las autoridades niegan que las políticas de la ciudad obstaculicen las leyes migratorias. La jefa de policía de la ciudad, Anne Kirkpatrick, considera que dichas leyes son un asunto civil fuera de su jurisdicción.
“Va a continuar hasta que los saquemos a todos de las calles”
Luisiana se ha preparado durante semanas para las redadas. El gobernador, un cercano aliado de Trump que busca alinear la política estatal con la agenda migratoria de la Casa Blanca, dijo el miércoles que el operativo se enfocará en “lo peor de lo peor, extranjeros criminales ilegales que han violado la ley”.
“Comenzó hoy y va a continuar hasta que los saquemos a todos de las calles”, aseguró Landry durante una entrevista en el programa de radio Walton & Johnson.
Además del despliegue de agentes federales de inmigración, Landry dijo que espera que miembros de la Guardia Nacional lleguen a Nueva Orleans antes de Navidad para unirse a los esfuerzos para combatir el crimen.
Los planes de la operación mostraban que los agentes fronterizos tenían la intención de mantenerla varios meses en el sureste de Luisiana y en Mississippi.
Se espera que el despliegue, que tiene como objetivo arrestar a 5.000 personas, sea encabezado por la Patrulla Fronteriza, cuyos agentes han sido objeto de escrutinio por sus tácticas agresivas en otras ciudades, como Chicago y Los Ángeles.
Un grupo de derechos de inmigrantes de Luisiana pidió el miércoles a un juez que bloquee una nueva ley estatal que otorga a los fiscales mayor libertad para acusar a personas de interferir con la aplicación de la ley de inmigración federal.
La ley amplía el delito de obstrucción de la justicia para incluir a cualquier persona que “conscientemente” cometa cualquier acto destinado a obstaculizar, retrasar o interferir con los esfuerzos de aplicación de la ley de inmigración.
Servicios de Inmigración y Defensa Legal, una organización sin fines de lucro con sede en Nueva Orleans, dijo que la ley ha tenido un efecto paralizante en su libertad de expresión. El grupo dijo que le preocupaba infringir la ley, por lo que detuvo los talleres que explican los derechos legales durante un arresto relacionado con la inmigración y los derechos de los transeúntes para filmar o grabar.
Edición: Fernando Sierra