Apenas una docena de errores no forzados. Precisión en cada uno de sus tiros a pesar de las condiciones ventosas. Todo le resultó en su juego al número uno del mundo Novak Djokovic ayer, para avanzar a la semifinal del Western & Southern open.
Djokovic no tuvo problemas con su cuello ni con el viento en su triunfo por 6-3, 6-1 ante Jan-Lennard Struff, en lo que fue su mejor demostración de esta semana.
Hasta ahora, no se ha visto oxidado tras el largo periodo fuera del tenis competitivo.
“Todo se arregló en los últimos seis meses, tuve suficiente tiempo”, dijo Djokovic. “Trabajé en cada pequeño detalle. Es estupendo que esté rindiendo frutos tan rápido tras el parón”.
Djokovic dio positivo por COVID-19 tras participar en una serie de partidos de exhibición, que él mismo organizó en Serbia y Croacia en junio. Durante esos encuentros, no hubo distanciamiento social.
En su duelo del lunes ante Ricardas Berankis, Djokovic recibió masaje en su dolorido cuello en dos ocasiones, por parte de su entrenador, antes de imponerse por 7-6 (2), 6-4 en un duelo en el que cometió siete dobles faltas. Su cuello está mejor al igual que su juego.
El serbio enfrentará en la semifinal a Roberto Bautista Agut, quien eliminó al campeón defensor Daniil Medvedev horas antes.
Medvedev no pudo finiquitar el duelo en el segundo set y Bautista Agut dio la vuelta para ganar 1-6, 6-4, 6-3 para eliminar a otro tenista estelar en el campeonato que sirve como preparación para el Abierto de Estados Unidos.
Edición: Emilio Gómez
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