Nueva York inoculó el lunes a su primer trabajador de la salud, una enfermera de la unidad de cuidados intensivos en Queens, con la vacuna Pfizer-BioNTech COVID-19, lo que marca un giro fundamental en el esfuerzo de Estados Unidos para controlar el virus.
Sandra Lindsay, enfermera de la UCI, recibió la vacuna en el Long Island Jewish Medical Center en Queens, uno de los primeros epicentros del brote de COVID-19 en el país, y recibió aplausos en una transmisión en vivo con el gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo.
“No se sintió diferente a inyectarme otra vacuna”, dijo Lindsay. “Me siento esperanzada, aliviada. Siento que la cura está llegando. Espero que esto marque el comienzo del fin de una época muy dolorosa en nuestra historia. Quiero inculcar la confianza del público en que la vacuna es segura”.
Minutos después de la inyección de Lindsay, el presidente Donald Trump aseguró en un tuit: “Primera vacuna administrada. ¡Felicitaciones USA! ¡Felicitaciones MUNDO!”.
La vacuna, desarrollada por Pfizer y su socio alemán BioNTech, obtuvo la aprobación de uso de emergencia de los reguladores federales el viernes, después de que se descubrió que era 95 por ciento efectiva en la prevención de enfermedades en un gran ensayo clínico.
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