La Jornada Maya
Foto: Twitter @jenarovillamil
Ciudad de México
Jueves 21 de febrero, 2019
El secretario de Educación Pública, Esteban Moctezuma Barragán, tomó la protesta como directora general del Instituto Mexicano de la Radio (IMER) a Aleyda Calleja Gutiérrez, en cumplimiento a la designación del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Durante la primera sesión extraordinaria 2019 de la Junta de Gobierno del instituto, la nueva funcionaria agradeció la invitación del Ejecutivo Federal y se comprometió a trabajar con pluralismo, inclusión, y como un verdadero servicio público que garantice el derecho a la información de los mexicanos.
Además, pidió el acompañamiento del gobierno federal, de sus instituciones y de la sociedad civil para el crecimiento y fortalecimiento del sistema de radio pública más importante del país y de América Latina, según reportó un comunicado de la SEP.
Aleida Calleja Gutiérrez es licenciada en Comunicación por la Universidad Iberoamericana y maestra en Democracia y Derechos Humanos la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO México).
Fue directora y fundadora de la radio indigenista en la sierra norte de Puebla; asesora de proyectos de comunicación con mujeres refugiadas guatemaltecas en Chiapas; vicepresidenta internacional de la Asociación Mundial de Radios Comunitarias (AMARC), y directora del Programa de Legislaciones y Derecho a la Comunicación para América Latina y el Caribe, y presidenta de la Asociación Mexicana de Derecho a la Información (AMEDI), además de que integró el Consejo Ciudadano del Imer.
El Instituto Mexicano de la Radio es considerado como el mayor grupo radiofónico del Estado, con 18 emisoras (17 radiofónicas y 1 por internet), de las cuales 8 se encuentran en la Ciudad de México y 10 en el resto del país, con una cobertura geográfica de 39.3 millones de personas, informó la SEP.
La empresa de juguetes aseguró que es una forma de fomentar la inclusión
Afp
Tradición en la que confluye el sincretismo y la comunidad
Leobardo Cox Tec
Las catástrofes naturales pueden ser inevitables; la indiferencia estatal no lo es
Pablo A. Cicero Alonzo