A base de esfuerzo y tenacidad, 'Jesse' Castillo resurgió en los diamantes

Foto: Twitter @clubtomateros

Instantes después de conectarle un jonrón a Fernando Salas, el Relevista del Año en la Liga Mexicana del Pacífico, para encaminar a los Tomateros de Culiacán a su segunda corona consecutiva, el recuerdo de lo ocurrido 15 años antes le vino a la mente a Jesús Jesse Castillo: el cañonazo que disparó en el parque Kukulcán Alamo, que hace poco cumplió 39 años, para fulminar a los Sultanes y darle a Yucatán su tercera estrella.

“Fue una sensación indescriptible”, afirmó Castillo sobre el obús que hizo bicampeones a los guindas, en entrevista exclusiva con La Jornada Maya. “La verdad, se me vino inmediatamente el recuerdo de 2006, de la misma forma, para poder dar un campeonato”.

Con ese tablazo en la noche del 30 de enero pasado en Hermosillo, en el séptimo y decisivo choque, se completó un círculo. Castillo anunció su llegada con el histórico cuádruple en el parque de la Serpiente Emplumada y confirmó su grandeza con el estacazo en el Estadio Sonora. Ambos bambinazos fueron en entradas extra; en el Kukulcán la bola superó la barda del jardín derecho y en Hermosillo rebasó la cerca entre los bosques central y derecho. Jesse dijo que fue especial dar el batazo para la corona de Culiacán, “en este caso ya con madurez, ya más de 15, 16 años jugando beisbol profesional”.

Vaya que lo hecho en los últimos meses por el astro formado por los Leones es de gente grande. No se dejó vencer por grave lesión en una rodilla y el pasado invierno tuvo una temporada digna de “regreso del año” con Guasave, antes de convertirse en pieza clave con el madero para Culiacán en semifinal y final, ser nombrado el Jugador Más Valioso de la batalla por el título e incluido en el equipo ideal de la Serie del Caribe. ¡Uff!

“Por la forma como viví estos últimos dos años, yo creo que me está premiando el beisbol, me está premiando el de arriba”, señaló el toletero de 38 años, autor de par de cuadrangulares en la victoria de 7-6, que significó el cetro de la LMP. “Es increíble tener la dicha de haber bateado dos jonrones para definir campeonatos. Pudieron haber sido tres, nada más que en 2017-18 (con Navojoa) no logramos concretar el título. Me siento halagado y feliz. Afortunadamente, me he mantenido en un gran nivel”. Para lograrlo, el apoyo de su familia fue fundamental, como relató a este periódico. 

“Fue un proceso demasiado difícil, casi imposible”, comentó. “Cuatro cirugías y no hallábamos qué era lo que teníamos en la rodilla. Cuando mi rodilla empezó a revivir, mi pierna comenzó a sentir el trabajo y el esfuerzo de la rehabilitación, y es ahí donde creció la esperanza de volver al terreno de juego”. Las claves, prosiguió, “mi esposa y mi familia. Me alentaron todo el tiempo. Fueron de las pocas, muy pocas personas que confiaron en que yo iba a regresar. Mi esposa nunca me dejó caer en esos momentos difíciles”.

Ahora, está listo para su siguiente reto en la Liga Mexicana, donde jugó por última vez en 2018 (ayer trascendió que no regresaría a la Zona Norte y su destino estaría en un club del Sur). “En donde esté daré el todo por el todo”. Como lo ha hecho a lo largo de su carrera.  

“Guasave tiene un futuro enorme”; “impresionante” trabajar con Sievers: Castillo

Jesse Castillo, quien comenzó su regreso a los diamantes en 2019-20 en Venezuela, está agradecido por la confianza que depositaron en él los Algodoneros de Guasave, con los que bateó nueve jonrones, la quinta mayor cifra en la Liga Mexicana del Pacífico, y produjo 41 carreras, con las que terminó tercero en el circuito.

“La oficina confió en mi persona, en mi salud”, indicó. “Me dieron la libertad para liderar a un grupo de jugadores increíbles; el equipo y la organización tienen un futuro enorme, lo demostramos con el tercer mejor récord. Se aproxima algo importante para Algodoneros”. 

Tras reforzar a Culiacán en los playoffs, destacó que el mánager Benjamín Gil (dirigirá en LMB a los Mariachis) y los peloteros “me acoplaron inmediatamente a su grupo para ser uno más, como si hubiera jugado hace tiempo con ellos, y eso fue clave para sacar el máximo de potencial”. También, apuntó que trabajar por primera vez con Carlos Sievers (coach de bateo de Yucatán en la LMB), en Guasave, “fue impresionante”. “Elevó aún más el nivel que juego que ya traíamos”.

Edición: Ana Ordaz