Usando los residuos de construcción y demolición con una mezcla hecha a partir de la baba de nopal, la UNAM crea ladrillos ecológicos que incluso se pueden adaptar en forma y tamaño para edificar nuevas construcciones.
Personal del Instituto de Ingeniería de la UNAM fabrica ladrillos con mucílago del nopal, que es la sustancia viscosa de esta cactácea, que sustituye el uso de agua y cal, un procedimiento que se encuentra patentado y que, además, no requieren cocción, lo que reduce significativamente las emisiones de gases de efecto invernadero.
La UNAM destaca que la fabricación de estos bloques ecológicos también reduce la explotación de bancos de materiales vírgenes y minimiza el costo de transporte.
Este producto ha superado las pruebas de resistencia a la compresión y cubre la normativa para ser usado en las construcciones.
La fabricación de este material usa desecadores solares y no usa leña, llantas o aceite, que son las técnicas convencionales.
Los ladrillos ecológicos de la UNAM han demostrado mantenerse en perfectas condiciones a pesar del uso rudo de más de cinco años.
Estudiantes del Instituto de Ingeniería trabajan en diseñar mejoras a los materiales ecológicos para que sean aptos para usarse en ciclopistas o andadores y demás aplicaciones en materia de construcción.
Las mezclas que elabora la UNAM están aptas para ser usadas en interiores o exteriores.
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