Nepote agradeció al INBAL y a la Sociedad Alfonsina Internacional por el reconocimiento: “Agradezco y subrayo la importancia de sostener con estas convocatorias los trabajos de quienes decidimos, por alguna extraña razón, dedicarnos a escribir”.
Asimismo, expresó su gratitud al jurado –conformado por Carmen Villoro, Verónica Gerber Bicecci y Jorge von Ziegler– por “elegir este libro, por mirar en sus páginas la provocación y el homenaje a quienes nos han sostenido”.
Las trabajadoras, crítica y homenaje
El libro nació a partir de la inquietud de Nepote por la noticia de que trabajadoras y trabajadores de la empresa turca Bravo Tekstil dejaban mensajes ocultos en prendas que confeccionaban con la leyenda "Yo hice esta prenda que vas a comprar, pero ¡no me pagaron por ella!".
“Mónica contó sus dudas sobre cómo escribir sobre ello sin banalizarlo, cómo poner en el centro de la escritura ese acto rebelde y todo lo que estaba detrás. Mónica dudó, y muchas de sus dudas resuenan en nosotras”, contó Diana del Ángel.
“Este texto era un ensayo, o eso pensé entonces, pues prácticamente se escribió solo, de golpe, y me hizo ver todo ese caudal en el que se entremezclaba el trabajo de muchas mujeres, de experimentos, de música, de ensamblajes, fórmulas y palabras que palpitaban un libro posible”, relató la autora.
Agregó que en esas páginas se involucró también su archivo familiar como un homenaje a su madre, tía, abuela y hermanas, quienes trabajaron en oficios como la mecanografía y la maquila para brindarle a ella un sustento económico.
“Muchas mujeres han sido mis maestras en esta escritura, muchas más allá de lo que habría imaginado, como las madres buscadoras, desde su dolor y su fuerza; las colectivas que asumen alegría, porque cuando la maquinaria se
impone no se puede más que resistir desde la fuerza de los cuerpos vibrantes; las madres, las hijas, las abuelas, las plantas… a donde quiera que miro encuentro lenguaje, a donde quiera que miro encuentro a quien acecha ese lenguaje”, expresó Nepote sobre todas las inquietudes y homenajes plasmados en sus páginas.
70 años de historia del Premio Xavier Villaurrutia
El premio fue fundado en 1955 por iniciativa del crítico literario Francisco Zendejas. Desde sus inicios, tuvo como propósito estimular, apoyar y difundir las letras mexicanas, así como la producción literaria de escritores transterrados, tanto latinos como iberoamericanos, con la condición de que la obra premiada se haya editado en México.
En su primera edición, el reconocimiento fue otorgado a Juan Rulfo por Pedro Páramo. En cuatro décadas, ha distinguido a autores fundamentales de las letras como Octavio Paz, Carlos Fuentes, Elena Garro, Juan José Arreola, Efraín Huerta, Jaime Sabines, Sergio Pitol, Augusto Monterroso, Inés Arredondo y Vicente Leñero, entre otros.
Así como Carlos Montemayor, Elena Poniatowska, José Emilio Pacheco, Luisa Josefina Hernández, Tomás Segovia, Alí Chumacero, Carlos Monsiváis, Juan Villoro y Vicente Leñero. Hoy en día es el premio más importante para obra publicada en México.
Edición: Fernando Sierra