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La Jornada
29/09/2025 | San Cristóbal de Las Casas, Chiapas
Elio Henríquez
La generación de creadores de pueblos originarios “a la que pertenezco ha usado la palabra como arma de lucha ante nuestra historia, la sociedad y los problemas sociales que tenemos”, afirmó el escritor tsotsil Mikel Ruiz.
“Uno tiene la idea de que para aprender tiene que leer. En cambio, en nuestros pueblos, para aprender hay que escuchar a los abuelos. Está bien, pero también usar la escritura como vía de expresión, en primer lugar, y luego, como vía de entretenimiento y descubrimiento; que nuestra lengua permita dar otra vida a la lengua misma, diferente a que sea transmitida sólo oralmente”, agregó.
Autor de obras en tsotsil y castellano, entre ellas la novela La ira de los murciélagos, Ruiz manifestó: “estamos viviendo una época distinta a la del siglo pasado, pero sigue siendo un problema que se lee más en español que en nuestras lenguas. No sé si tengo tantos lectores en mi lengua, pero sí sé que me gusta escribir en ella”.
En entrevista con La Jornada, agregó: “Escribir en tsostil contribuye a encontrar la vitalidad por sí misma, porque las lenguas originarias se han transmitido siempre por vía oral, pero nunca se ha usado la escritura como forma de conocimientos, como en la tradición occidental”.
Originario de Chamula, Chiapas, Ruiz explicó que escribe “porque necesito hacerlo; es una forma de dialogar conmigo mismo. Es una manera de pacificar mis imaginaciones, mis sueños.
“El libro es un espacio para dar forma a mis ideas y preocupaciones, sobre todo; muchas personas tienen muchas historias qué contar y no saben o no pueden hacerlo, y esas historias se van.”
Aclaró: “no escribo todos los días ni todas las cosas que se me ocurren, sino que voy eligiendo las historias y reflexiones que me parecen nuevas en lo que he leído y hecho. Cuando aparece algo que no entiendo, comienzo a pensar y pensar, y a veces una forma de ir ordenando esos pensamientos es escribirlos”.
Chiapas, semillero creativo
Ruiz fue entrevistado después de la presentación de su libro de ensayos Incensarios, compilación personal que estuvo cargo del también escritor tseltal Delmar Penka.
Al comentario del presentador de la obra de que escribe en tsotsil y en castellano, Mikel Ruiz agregó: “Chiapas es hoy un escenario en el que de hombres, mujeres y jóvenes están brotando muchas producciones artísticas, literarias y cinematográficas, y lo pictórico está fuerte −lo musical ha bajado; los de nuestra generación podemos usar nuestra lengua sin miedo, sin temor a molestar a nadie, o también con la intención de incomodar”.
Continuó: “Eso nos da nuestro tiempo hoy día. Eso es lo que tenemos y hace que tengamos libertad de emplear nuestra lengua como vehículo de creación, pero también de traducción de nuestra realidad, de nuestro mundo y nuestro tiempo es el lenguaje artístico que usamos. El mismo tiempo que vivimos hace que hoy día −esto puede ser algo histórico y llamativo− más mujeres participen en muchos escenarios en los que estamos” los varones.
Expresó: “no sé si seamos menos hombres participando, pero a la mejor sí más mujeres lo están haciendo, y eso visibiliza más el poder que tenemos las personas de confrontarnos a nosotros mismos, de no tener miedo de explorar esos ámbitos artísticos a los que ahora tenemos acceso, porque, más allá de la cuestión política e histórica, tiene que ver con una cuestión personal y familiar, de hasta dónde puedo presentarme, donde no me sienta cohibido por mi familia, conocidos y comunidad”.
Para Ruiz, el reciente auge de escritoras en lenguas originarias en Chiapas “tiene que ver con los espacios que se están abriendo y un poco con las redes sociales, porque ahora vemos a más mujeres participando. Eso ha permitido que las jóvenes exploren esta vía de expresión”.
Señaló que antes no habían “tenido la posibilidad ni el espacio para aprender y mostrar sus trabajos. Hoy hay más difusión, lo que ha abierto la posibilidad de crear y, sobre todo, perder el miedo, incluso histórico, porque los hombres siempre han tenido la posibilidad de figurar en ciertos espacios, y las mujeres se han quedado, porque no se les permitía; ahora esa idea se ha abierto, hay más mujeres estudiando, conquistando espacios”.
Mikel Ruiz remarcó: “hay más apertura, pero también de tipo ideológico y personal. Ya no hay tanto miedo de intentarlo, y eso ha permitido que las mujeres entren a este trabajo artístico que no se veía. Esta es también una época muy importante para leer y escucharnos desde distintas ideologías”.
Edición: Mirna Abreu