Jorge Caballero
Fotos: Fernando Aceves
La Jornada Maya

Ciudad de México

14 de marzo, 2016

Con puntualidad inglesa Los Rolling Stones desembarcaron con su Olé Tour en la Ciudad de México con [i]Start me up[/i]. Mick saluda: "Buenas noches", la gritería se torna impresionante, los 60 mil asistentes gritan hasta desgañitarse.

Keith Richards, Ronni Wood, Mick Jagger y Charlie Watts se colaron inmediatamente en el nervio óptico y llegaron al torrente sanguíneo que irrigó todos los órganos con el cabrón placer que produce atestiguar el momento de 10 años/plomo de espera.

Le siguió el emblemático [i]It's only rock 'N' roll (But l like it)[/i]. El nuevo atisbo de Mick: "Hola güey". El cuarteto inglés se ve feliz pero palidece ante el fervor que les profesa el público.

Con [i]Tumbling dice[/i], Mick comienza a patearse el escenario de derecha a izquierda. De nueva cuenta Mick dice: "Hace 10 años que no veníamos a México, un chingo de años. Antes tomábamos tequila ahora tomamos mezcal", con lo cual puso loquito/loquito/loquito al público. Inmediatamente Sus Satánicas Majestades sueltan [i]Out off control[/i], con acompañamiento de Mick en la armónica.

[i]Street fighting man[/i], la rola que los mexicanos eligieron para que Los Stones tocaran sonó macizo, aunque fue poco coreada, eso sí los gritos de "esos güeyes son mis novios" y "los amo" se escurrieron por el inmueble.

El delirio continuó con [i]Wild horses[/i], algunos sacaron sus teléfonos celulares y marcaron: "Escucha esta rola".

Con [i]Paint in black[/i] se vivió exactamente el mejor momento del concierto, un cabrón sentimiento no catalogado en la sique humana inundó el Foro Sol. Teléfonos y gargantas a todo lo alto.

Después de la experiencia espiritual llegó la credencia de la rola [i]Honky tonk women[/i] con lo que todos se pusieron a caderear riquísimo, algo de lo más granado de Los Stones. El ánimo no decrecía.

Mick volvió a interpelar al público: "La estamos pasando bien en México... Sean Penn vino al hotel y quería entrevistarme pero me le escapé... el domingo fuimos a las luchas y me quise subir al ring", después presentó a sus músicos y al resto de la banda: Ronnie, Charlie y Keith, palmas a lo alto y vítores increíbles, la mayor para éste último, quien queda solo con su guitarra. Bluuuues con [i]You got the silver[/i].

Sigue [i]Before they make me run[/i] pero ahora Keith se hace acompañar de Ronnie y Charlie, además de un par de coristas.

El gozo stoniano prosiguió con [i]Midnight rambler[/i], un temita acá con el sello musical surcado en los últimos 50 años donde hubo lugar para el lucimiento personal en cada uno de los instrumentos y Mick en la armónica y unos pasitos de ... baile.

Luego Mick como un director de orquesta se puso a dirigir al público del Foro Sol con grititos guturales y pedazos de canciones, al tiempo que los guitarrazos, batacazos lo secundaban/acompañaban.

Después de la deconstrucción musical Mick dijo: "Ustedes son chidos". Acompañado del seminal tema [i]Miss you[/i], que llegó como un susurro a una querubina de 8 años y que presenciaría/oiría dentro de 48 horas.

El cobijo para las maltrechas almas llegó con [i]Gimme shelter[/i], el éxtasis se hizo tangible en la dermis y epidermis... La voz de Mick y su corista se coló por todos los poros de la piel lúbricamente/cachondamente.

La némesis llegó con [i]Jumping Jack Flash[/i], trenzada con [i]Sympathy for the devil[/i] y [i]Brown sugar[/i], que en opinión de Mick: "Qué noche tan brutal".

Los Stones se despidieron pero salieron y se rifaron con dos temas más: [i]You can't always get what you want[/i] y su rolita más famosa [i]I can't get no satisfaction[/i].

El Sol ya dormía en China, en su nadir y Los Stones llegaron a su cenit. Dejando un sentimiento de que cuando se acaba de escucharlos no hay retorno y lo que es peor ni deseo de retornar.

El próximo jueves será el segundo concierto de Sus Satánicas Majestades en la Ciudad de México y el 25 de marzo darán su último concierto en Latinoamérica nada menos que en La Habana, Cuba.


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