de

del

Margarita Robleda
Foto: Rodrigo Díaz Guzmán
La Jornada Maya

Jueves 22 de marzo, 2018

Hace unos días, dentro del marco de la Filey, Feria de la Lectura Yucatán, Ruth Pérez Aguirre presentó su libro artesanal [i]Mujeres que no callan Yucatán, Ko´olelo´ ob ma´ u mak u chi´ob[/i], donde unimos nuestras voces 29 escritoras -21 yucatecas y ocho invitadas- para decir: ¡basta! Basta a la injusticia, la violencia. ¡Basta a la impunidad!

La presentación estuvo a cargo de la escritora en lengua maya Ana Patricia Martínez Huchim, Melba Alfaro, Candelaria May Novelo, Flor María Flores May (12 años) y la recopiladora, Ruth Pérez Aguirre, directora de la editorial Ediciones htuRquesa, cartonera.

En la presentación, nos dice la doctora Candelaria May Novelo, defensora de los derechos humanos en Valladolid, directora de la primaria de Dzitnup, donde lucha porque las niñas mayas recuperen la conciencia de su identidad a través del uso del hipil como uniforme de la escuela:

“La Antología [i]Mujeres que no callan: Yucatán[/i], está conformada por los textos de 29 escritoras quienes, en sus escritos, dan cuenta de los diversos hechos de violencia que suceden en los diferentes espacios del que se dice es “el estado más seguro del país”; pero que los textos de las mujeres participantes muestran otra realidad diferente a esa “seguridad” que se presume en diversos spots a lo largo y ancho del país. Bastaría mirar las estadísticas que hay en relación a los feminicidios y que dejan clara evidencia de que esa “tranquilidad” no la pueden asegurar ni las víctimas muertas en actos feminicidas, ni sus familiares afectados por esas muertes y por las características de las mismas ni los grupos de activistas que denunciamos estos hechos y que exigimos a las autoridades solución inmediata y conforme a derecho; esas estadísticas llevan a comprender que las mujeres en Yucatán somos una población en riesgo por el hecho de ser mujer”.

Las voces de [i]Mujeres que no callan Yucatán[/i], son variadas; desde la de una adolescente que sufre el desamparo de un padre irresponsable, la discriminación a expresarse en maya, su idioma materno, hasta las historias de violencia familiar, abuso sexual de parientes así como las sentencias ancestrales que pesan, duelen, atropellan: “Calladita te ves más bonita”, “Son ideas tuyas”, “Eso no pasa en nuestra familia”. Infinidad de situaciones que terminan en oprobios mayores cuando toca el momento de denunciar, y es que pareciera que el [i]club de Toby[/i] se cierra solidario, cual escudo protector, sobre el violador y toda la fuerza de la ley termina cayendo sobre la malvada que gracias a sus “artes maléficas” se lo buscó.

Una mujer que firma con sus iniciales, proveniente de Mérida nos comparte: “Recuerdo que en una de esas noches se me ocurrió envolverme con un cobertor grueso fuertemente, a pesar del calor que había, mis manos y brazos tuvieron mucha fuerza; recuerdo que ésa fue la primera vez que me hice consciente de que había una fuerza más grande en mí, le dije a mi cuerpo que “sólo creciera, que yo iba a estar para él, que encontraría vivir sin miedo, que me resistía a creer que en esta vida a eso hubiera venido, que sí le creía todo lo que había sentido”. Él no pudo quitarme ese cobertor esa noche ni ninguna más. Cuando pude hablar de esto con mi familia muchos años después, pasó lo que de alguna manera sabía que podía pasar, por lo que yo estaba preparada conmigo y mi cuerpo: no lo creyeron porque eso “no pasa en las buenas familias”. Soy una sobreviviente de la violencia sexual, familiar, religiosa, como muchas mujeres que decidimos seguir adelante. Ahora sé que toda esta vivencia es producto no sólo de mi familia sino de toda una historia, un sistema de desigualdad social y de falsas creencias en el uso del poder”.

Gracias Ruth Pérez Aguirre, por tu esfuerzo y compromiso. Por propiciar la plataforma para derramar el vinagre de tanto dolor acumulado. Únicamente podremos comunicarnos en salud, cuando las cosas hayan sido llamadas por su nombre. Me encanta ver tu edición artesanal de cartón con cada carátula de creación única. No podemos quedarnos sentadas esperando que las grandes editoriales, especialistas en “novedades”, reconozcan el valor comercial de la obra para ser publicada. Sabemos que no es el valor sino la necesidad de hacerlo so pena de ahogarnos, morir en el hastío y en la soledad la que nos impulsa a hacerlo. Por eso, [i]Mujeres que no callan Yucatán[/i] han abierto el grifo. Por nuestro bien: por ti, por mí, por todos y todas; que salga lo que tenga que salir.

[b][email protected][/b]


Lo más reciente

Sacmex denuncia sabotaje en pozo de la alcaldía Álvaro Obregón en CDMX

Reportó el hallazgo de un compuesto de aceites degradado en el agua extraída

La Jornada

Sacmex denuncia sabotaje en pozo de la alcaldía Álvaro Obregón en CDMX

La Mérida que se nos fue

Noticias de otros tiempos

Felipe Escalante Tió

La Mérida que se nos fue

Seis horas encerrado vuelven loco a cualquiera

Las dos caras del diván

Alonso Marín Ramírez

Seis horas encerrado vuelven loco a cualquiera

Dorothy Ngutter concluye su encargo al frente del Consulado de EU en la península de Yucatán

La diplomática se reunió con Mara Lezama durante una visita que realizó a QRoo

La Jornada Maya

Dorothy Ngutter concluye su encargo al frente del Consulado de EU en la península de Yucatán