La Jornada Maya
Foto: Captura de Pantalla
Lunes 21 de octubre, 2019
Señor presidente, no nos falle
En Culiacán, en Sinaloa, los responsables de la seguridad colectiva le fallaron al país. No nos falle ahora usted, señor presidente. No nos falle haciendo como si no hubiera pasado nada importante o preocupante. Sea diferente: transparente, honesto, realista, humilde. Sea lo que prometió ser: el primer servidor de la nación. Lleve al terreno de los hechos la frase con la que concluyó su primer informe de Gobierno: “No tengo derecho a fallar”.
Los responsables del fracaso deben ser removidos; los responsables verdaderos, no los simples operadores en campo que hicieron lo que pudieron. Importantes integrantes de su gabinete de seguridad, los que tomaron las decisiones de fondo, deben asumir sus responsabilidades y renunciar, o usted pedirles su renuncia. Eso de verdad demostraría que el presidente no cubre ni encubre, porque tiene el respaldo del poder popular y eso le permite la humildad de poder corregir y enmendar.
La incompetencia es tan peligrosa como la corrupción o la impunidad, señor presidente. Hubo una batalla y esa batalla se perdió lamentablemente.
Que la derrota sea una derrota de los que no saben, no supieron y no pudieron, pero no la convierta en una derrota moral de su gobierno o de su estrategia amplia. La incompetencia lo puede salpicar y manchar, señor presidente. Usted nos prometió otra cosa. La incompetencia puede matar a muchos mexicanos, tanto o más como el plomo y la pólvora.
Estos días hubieran sido tan diferente, si con voz franca y mandato claro usted nos hubiera dicho la verdad brutal: unos sicarios armados hasta lo inimaginable vencieron a las fuerzas del Estado mal dirigidas en lo estratégico.
Se perdió una batalla, pero sólo perderemos la guerra si no aprendemos de esa derrota o simulamos que ese descalabro en realidad fue una decisión visionaria, prudente o piadosa.
Un gobierno fuerte nos da también las malas noticias con honestidad total y sobre esa honestidad construye una renovada solidaridad y confianza. No demos a los criminales la oportunidad de envalentonarse: los delincuentes que escaparon matan, torturan y envenenan todos los días, con o sin operativos en su contra; cada minuto de su inmerecida libertad cuesta sangre y lágrimas.
En Culiacán pueden haber ganado los sicarios, pero si evitamos caer en explicaciones inverosímiles, puede ganar también México en una lucha justa y urgente que sume a todos.
Cada día ocurren masacres terribles en la lucha para erradicar la hidra del crimen organizado que fue invocada hace décadas; sin embargo, si perdemos la autocrítica y la capacidad de asumir los errores de hoy y decirlo, entonces -tal vez- habremos perdido la guerra y, también, el alma de México.
[b]La decisión es suya[/b]
*El papel arde a los 233 grados centígrados, tal como lo hace en la inmortal novela de Ray Bradbury Fahrenheit 451.
Se beneficiará a más de 29 mil habitantes de la zona
La Jornada Maya
Dependemos en demasía de la electricidad; ¿qué pasa con esos rincones del mundo que viven en penumbra?
Rafael Robles de Benito
El instituto electoral deberá emitir una resolución al respecto
La Jornada