de

del

José Luis Domínguez Castro
Foto: Archivo
La Jornada Maya

Miércoles 24 de abril, 2019

Muchas veces hemos oído que Fidel Castro estuvo en Yucatán y que de aquí arrancaron los preparativos de desembarco del Granma, momento con el que se inició la Revolución Cubana. Recuerdo que Ligia Cámara contaba la anécdota de habérselo encontrado y hablado con él a bordo de un camión en Progreso.

Sandino, Augusto César, se sabe que pasaron por Yucatán. El doctor Raúl Vela acaba de presentar un documentado estudio de este hecho e incluso se dice que acá fue su iniciación en la masonería, antes de ir a prender el fuego de la revolución a Nicaragua.

De igual manera, los peruanos afirman que Víctor Raúl Haya de la Torre, fundador del APRA, estuvo en Mérida, y que fue en una logia de Mérida donde igualmente fue iniciado en la masonería, antes de que fundara su partido político allá, en su risueña provincia de La Libertad.

Lo que nunca habíamos oído es que Pinochet hubiera estado en Yucatán. Pero he aquí que, desde hace más de quince años, ¡Pinochet vive en Yucatán!

Fue hasta hace poco que me enteré de esto. En efecto, se trata de un chileno que, atraído por la calma y seguridad de esta ciudad, y después de haber vivido lo que vivió allá en su natal Chile, decidió sentar sus reales en nuestra blanca Mérida, al casarse con ciudadana yucateca. Y no contento con favorecernos con su trabajo en aquella empresa que tuvo a su cargo el tendido de las redes de internet que nos mantienen comunicados hasta hoy, el señor Pinochet, al arraigarse entre nosotros, decidió destinar sus ahorros a una noble misión: dedicarse de tiempo completo a favorecer la salud pública de los yucatecos.

Así, gracias a su dedicación, fue instalando progresivamente en distintos puntos de la ciudad centros de distribución de esos líquidos que alegran el alma y disipan los calores. Hoy en día, concentra sus esfuerzos en uno de estos “oasis” desde donde sigue agradecido con esta tierra que lo recibió con los brazos abiertos muchos años después de que Salvador Allende fuera bien recibido en Guadalajara. Y como él, nos comenta, otros tres de los paisanos que llegaron en ese tiempo, se integraron a la vida nacional en distintos estados del norte del país.

Vaya forma de agradecerle a los lugareños, el hecho de que hayan tratado bien a este ciudadano chileno -finalmente ninguno de nosotros escogió ni el nombre ni el apellido que nos tocó- un chileno nacionalizado que lleva con mucho orgullo el mismo apellido del dictador, nombre que para muchos de nosotros seguirá siendo impronunciable. Pinochet vive en Yucatán, y es un buen ejemplo de avecindado respetuoso y feliz. Bienvenido pues, señor Pinochet, ejemplo también para todos aquellos cubanos, venezolanos, argentinos o uruguayos, así como para todos aquellos mexicanos de otras entidades que decidan jugársela quedándose a vivir entre nosotros, buscando entender la peculiar manera de ser de los yucatecos.

[i]Mérida, Yucatán[/i]
[b][email protected][/b]


Lo más reciente

Estas son las cinco empresas que más contaminan con plástico en el mundo; dos son refresqueras

Cada aumento en la producción de este material se asocia con incremento de desecho del mismo, señala investigación

Efe

Estas son las cinco empresas que más contaminan con plástico en el mundo; dos son refresqueras

Ucrania usa misiles de largo alcance que Estados Unidos le dio en secreto

Kiev se ha visto obligada a racionar sus armas y enfrenta cada vez más ataques rusos

Ap

Ucrania usa misiles de largo alcance que Estados Unidos le dio en secreto

Tribunal de Nueva York anula la condena contra Harvey Weinstein

Hubo errores en el proceso judicial por casos de abusos sexuales en 2020

Efe

Tribunal de Nueva York anula la condena contra Harvey Weinstein

Amnistía y amparo: hacia la justicia

Editorial

La Jornada

Amnistía y amparo: hacia la justicia