Ángel Rivero Palomo
Foto: Afp
La Jornada Maya
Martes 28 de noviembre, 2017
La historia de Zimbabwe se configura a través de la lucha por su independencia de Reino Unido, el poder y la tenencia de la tierra. Este país está ubicado en la zona sur del continente africano, colindante con Zambia en el norte, Mozambique al este, Botswana al oeste y Sudáfrica al sur; antes tuvo el nombre de Rhodesia y actualmente ha desmantelado al régimen que los gobernó por casi cuatro décadas bajo la figura de Robert Mugabe, anteriormente héroe de la guerrilla que obtuvo la independencia del país.
Sin embargo, en vísperas del año 2000, Zimbabwe sufrió hiperinflación y llevó a cabo la implementación de reformas a la tenencia de la tierra que desmanteló el sistema productivo y de propiedades que operaban en manos de las minorías blancas (quienes eran conocidos por su forma cruel de gobernar antes de la independencia), sin una estrategia sustentable, económica y de productividad la generación de bienes decayó dramáticamente. Este escenario fue una de las causas más severas de empobrecimiento, desempleo, inestabilidad política, consecuente represión y una diáspora migratoria hacia Sudáfrica en busca de mejores oportunidades.
La República de Zimbabwe tiene en Harare su capital, posee una población nacional de 13 millones de habitantes, su idioma principal es el inglés y los lenguajes nativos shona y sinavele. Las religiones principales son el cristianismo y las creencias indígenas. La expectativa de vida es de 53 y 54 años para mujeres y hombres, respectivamente. Su economía es vista como una de las más frágiles del mundo.
Después de un golpe de estado militar, Zimbabwe está reconfigurando sus instituciones bajo una nueva figura como es el presidente interino Emmerson Mnangagwa, quien por cerca de 50 años fue protegido y hombre de confianza del presidente saliente. Mnangagwa ascendió al poder este noviembre de 2017, teniendo la obligación de llamar a elecciones en agosto de 2018. El nuevo presidente es conocido por su vínculo con atrocidades cometidas que ayudaron a mantener en el poder a su antiguo mentor Mugabe y que le han dado el apodo de el cocodrilo. Recibió entrenamiento militar en China y Egipto.
Zimbabwe tiene retos que han puesto la mirada del mundo en su porvenir. Dentro de los principales, señalados por analistas de la BBC, se encuentran: la obtención de la estabilidad política y su reactivación económica mediante la inyección de capitales y flujo de efectivo con una nueva moneda; reducción de la corrupción; obtención de préstamos internacionales y creación de empleos para reducir el dramático 90 por ciento de desocupación.
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