Witzilin Adriana Morales Ortiz*
Ilustración: Elizabeth Himes
La Jornada Maya
Viernes 30 de junio, 2017
Definitivamente, cuando se es padre y madre por primera vez, el corazón experimenta pequeñas explosiones de amor. El amor ya no cabe como antes, se acrecenta, trasciende paradigmas emocionales y racionales, se derrumban constructos para poder dar paso a nuevas versiones de sí mismo. Esa experiencia, la de ser padre y madre, cambia la vida por completo y para siempre.
El nuevo padre/madre, busca re-entenderse desde esta posición, desde esta nueva condición, la cual corresponde más hacia un entendimiento de orden espiritual. Comprendiendo este estadio de conciencia "espiritual", más allá de todo dogma religioso, más bien como aquello que no entra en el orden físico, mental y emocional, es decir que trastoca toda la naturaleza intangible del ser humano.
Cuando nacen los hijos, se expanden los filamentos del cariño, la ternura emanada por ese pequeño ser provoca el desdoblamiento de toda comprensión. La pureza proveniente del bebé ahora inspira a la búsqueda y a la acción de lo más bondadoso y hermoso de la Tierra. La suavidad de su piel enternece al alma, la visión se expande al contemplar el milagro de la procreación, los sentimientos tiemblan y a la vez se templan con el agua y el fuego para el cuidado perpetuo del nuevo ser "que ahora es una extensión de la propia vida". Todo lo manifestado ya en esos momentos por los padres están marcados por el designio de la esperanza, eternizándose en cada esfuerzo para poder heredarle un mundo siempre mejor.
Sí hubiera una forma de acercarse sólo un poco a todo lo que se vive cuando se es padre o madre por primera vez… quizás sólo vasta escuchar y percibir en el silencio, la mirada profunda de “los propios padres, madres, abuelos, abuelas, bisabuelos, bisabuelas…" Sólo ellos, quienes ya lo son, y pasaron ya por esa experiencia logran expresar [i]todo[/i] con un lenguaje intangible. Ser progenitor o progenitora, es cosa de titanes.
Hoy más que nunca el país atraviesa momentos que obligan a redescubrir y replantearse cómo sociedad que estamos haciendo con esta noble y titánica tarea… Los pequeños requieren de la mejor guía, la cual sólo puede provenir de sus propios padres-madres y de todos los seres queridos cercanos a ellos. La escuela, funge una función también importante y vital para el desarrollo de la vida de ese pequeño gran ser que se muestra ahora ante el mundo, que tiene sus propios sueños, esperanzas, aspiraciones, aptitudes, actitudes, personalidad, etcétera, es un micro-universo desarrollándose y compartiendo con muchos otros micro-universos que también tienen las mismas inquietudes de ser.
Elige bien a tus amistades, construye relaciones buenas y verdaderas; genera un ambiente amable, ordenado y respetuoso. Revisa constantemente tu propia vida y busca siempre afinar tus dones, y transforma los errores y que siempre la generación de las más altas virtudes y alegrías en la vida sean el principal ejemplo que aprendan tus hijos.
*Filósofa e integrante del Renacimiento Mexicano
Toma el mazatleco el lugar de Despaigne; Eury Ramos, cerca de volver
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