de

del

Kalmán Verebélyi
Foto:
La Jornada Maya

Lunes 23 de enero, 2017

Tiene 84 años con 215 días. Esto fue el miércoles, día cuando hablé con María del Socorro, quien desde los diez años es vendedora de periódicos; voceadora, según el gremio y el chaleco que viste, y está a punto de celebrar su “boda de diamantes” con los periódicos.

Socorro afirma que, desde que comenzó en el oficio, hace casi tres cuartos de siglo, nunca ha resaltado con voz “peculiar” alguna noticia o artículo.
“Yo le recuerdo a la gente que [i]El Universal[/i] cumple 100 años. Me gusta mucho ese periódico, que habla más allá de la década; habla del siglo. Menciona reinas, presidentes; mucha gente que hizo historia en los últimos 100 años y la gente debe conocer estos acontecimientos”, señala.

"Doña Soco", como la conocen todos en Campeche, es un personaje inconfundible, necesario, fundamental en la plaza central desde hace más de 34 años. Lleva 40 años en Campeche. En sus inicios tuvo un estanquillo junto a las oficinas de Correos Mexicanos, pero tuvo que abandonar el lugar por las oficinas federales que el edificio alberga.

“Nací en Mérida. Quedé huérfana a los 10 años. Me entregaron con una madrina y su yerno tenía un estanquillo, es allí donde empecé. Era un espacio cerca de la Plaza Grande de Mérida, del Palacio de Gobierno. Cerca estaba el cine Novedades, que ya cerró hace mucho; ahora es el Teatro Manzanero y junto al edificio hubo cuatro estanquillos, uno era de don Genaro Molina, yerno de mi madrina”, recuerda.

“Los cuatro estanquillos vendíamos periódicos: [i]El (Diario del) Sureste[/i], que era del gobierno y fue dirigido por el licenciado Humberto Lara y Lara, y [i]El Diario de Yucatán[/i]. De México llegaba [i]El Universal[/i] y [i]Excélsior[/i]. Vendíamos también revistas. Todas eran europeas. En México apenas en 1950 empezaron a publicarlas. Recuerdo la [i]Miss Europa[/i], en México intentaron imitarla; estaba bien, pero lejos de la calidad de las europeas".

Comenta "doña Soco", quien en 75 años ha sabido apreciar el oficio del periodista, de los directores; porque como confiesa: "la puntualidad, la disciplina son fundamentales para el que trabaja en el periódico, pero también para aquel que difunde su trabajo. A los lectores no les gusta esperar, si no estás a las ocho y media, buscan otro lugar para comprar su diario preferido”, sentencia, y añade que "la puntualidad en el trabajo es de patriotas, porque en el tiempo que se pierde deja de construirse la Patria. Ser educado, ser servicial, tratar bien a la gente, son valores fundamentales".

Lo dice con serenidad, con convicción. Confieso, me quedé sin palabras; es raro escuchar tanta sabiduría de una mujer, en apariencia, sencilla. Doña Socorro nunca tuvo la oportunidad de asistir a la escuela. Aprendió a leer y escribir gracias a los periódicos, quería saber su contenido.

“En aquel estanquillo comencé a trabajar para ayudar a mi madrina porque la muerte de mis papás dejó huérfanos a 12, y yo trabajé para ayudar a mantenerlos. Y allí seguí durante 35 años. Me salí de Mérida porque empezaron a haber problemas en la ciudad y yo quería tranquilidad, paz que en Campeche encontré”.

Dice con la voz suave que sale de un cuerpo diminuto, de apenas 1.35 centímetros de alto, y señala que ya de peso está bien; no así cuando le cayó encima el barandal del negocio de artesanías donde siempre se pone. Perdió peso por las heridas en varios órganos. A raíz del golpe perdió la visión de un ojo, por lo que ya no lee los periódicos.

“La mejor época fueron los años 80’s y principios de los 90’s. Llegaban revistas importantes de México, por ejemplo [i]Proceso[/i]. Empezó a haber más periódicos en Campeche. Hoy día la gente prefiere su “cajita negra”, el celular, ya no leen como antes. El mundo ha cambiado mucho en los últimos 75 años.

“¿Sabe qué significa aquella cruz en lo alto de la Casa 6?”, pregunta. Le digo que es por lo católico. “Buena respuesta, pero insuficiente: la cruz en la época de la Colonia significaba que allí vivían españoles, o descendientes de españoles. Los criollos no tenían derecho a poner una cruz a lo alto del edificio, sobre la puerta de la entrada.

“Si mira un poco más hacia la 59, por la calle diez, donde hay dos balcones, pues allí hay una capilla. Pocos la conocen, pocos saben de su existencia porque sólo se abre para los seminaristas en la Semana Santa”, nos relata.

Con la lectura de los periódicos y los suplementos culturales, doña Socorro se hizo de una cultura vasta. Es una autodidacta que se empapó con la sabiduría de la información que se publicaba.

“Lo que más me gustaba eran los suplementos culturales, pero éstos ya desaparecieron. No sé por qué, pero sigue habiendo gente preguntando por ellos. Son pocos, si vendo 15 periódicos, tuve buen día. Ni para los refrescos da”, indica.

Doña Socorro vive en casa de una amiga. Come, bebe lo que le regalan. “No tengo familia, hijos. Trabajaré hasta que mis fuerzas me alcancen. Sería bonito llegar a la boda de diamantes, aunque no recuerdo bien en qué mes de otoño toca”.

[i]San Francisco, Campeche[/i]


Lo más reciente

Misterioso pájaro estaca se camuflajea entre los troncos de los árboles

Especial: Fauna Nuestra

Gabriel Graniel Herrera

Misterioso pájaro estaca se camuflajea entre los troncos de los árboles

La y los candidatos a la alcaldía de Motul se enfrentan en debate

Aspirantes tuvieron la oportunidad de exponer sus principales propuestas de gobierno

Astrid Sánchez / Rodrigo Medina

La y los candidatos a la alcaldía de Motul se enfrentan en debate

Luis G. Urbina ante la vaquería

Noticias de otros tiempos

Felipe Escalante Tió

Luis G. Urbina ante la vaquería

Claudia Sheinbaum presenta proyecto para reducir la pobreza y desigualdad

Para ello, la aspirante propone un crecimiento del PIB aunado a los programas sociales

La Jornada

Claudia Sheinbaum presenta proyecto para reducir la pobreza y desigualdad