de

del

José Juan Cervera
Foto: Juan Manuel Valdivia
La Jornada Maya

Lunes 2 de marzo, 2020

Las desventajas sociales que afectan la realización personal de las mujeres constituyen un tópico que la narrativa universal aborda con frecuencia, con las variaciones de enfoque y contenido que cada tiempo y cada lugar imponen sobre su tratamiento. El yucateco Delio Moreno Cantón (1863-1916) lo desarrolla a su modo en la novela [i]El sargento primero[/i] (1905).

A este escritor nacido en Valladolid se le recuerda por sus lauros de poeta, por su intensa labor periodística y por el activismo político que lo llevó a aspirar en dos ocasiones a la gubernatura de Yucatán. También fue autor de [i]El último esfuerzo[/i] (1896, con una segunda edición en 1947), novela que, de manera parecida a la ya mencionada, describe la soltería de su protagonista aunque en este caso se trata de un varón. Uno de sus poemas más conocidos es [i]La flauta china[/i], el cual apareció en la revista literaria [i]El Mosaico[/i] en 1904 y luego Marcial Cervera Buenfil lo incluyó en su compilación [i]Páginas selectas[/i], libro de lectura para la enseñanza primaria superior que alcanzó varias ediciones (la novena de ellas es de 1945).

La figura principal de la novela es una mujer ilustrada, con talento artístico y fina sensibilidad que registra por escrito sus experiencias entre los años 1891 y 1896, en una ciudad que, sin ser nombrada explícitamente, hace pensar en la Mérida yucateca a partir de algunos indicios históricos como la alusión a la cantante Aurora Peraza y las referencias a la sublevación maya que inició en 1847.

El título de la novela proviene del mote atribuido a la mujer del relato que es objeto del sarcasmo masculino al equipararla a ella y a sus hermanas con soldados, pretendiendo restarles el encanto de su condición femenina; a pesar de estar consciente de algunas de sus cualidades físicas, no las considera suficientes para revertir la maledicencia circundante, lo que la lleva a examinar la apariencia de otras mujeres. “Tengo un cuerpo que está perfectamente proporcionado, pero me falta ese no sé qué de que otras se hallan dotadas. Estudio a las demás y observo que las que son elegantes y agasajadas preferentemente por los hombres, no caminan, por cierto, del mismo modo ni tienen un cuerpo semejante; sin embargo, ¡qué bien saben andar!”

El argumento se desarrolla en torno a las dificultades de las hermanas para consolidar una relación sentimental que, de acuerdo con las expectativas de la época, tendría que consumarse en un enlace matrimonial. El tono íntimo en que progresa la trama, la sobriedad del estilo y la forma ágil en que el novelista trata el asunto son rasgos que le confieren un atractivo duradero a este libro que merece más atención de la que ha recibido en la actualidad.

Dos años después del deceso de Moreno Cantón, Ricardo Mimenza Castillo se ocupó de formular una aproximación crítica al conjunto de la obra del escritor vallisoletano a lo largo de las catorce páginas de un opúsculo dedicado a su memoria; en él afirma que [i]El sargento primero[/i] “es un alegato social y literario en favor de la mujer, a la par que una admirable novela psicológica”. Y más adelante expone que, a pesar del mérito que eleva esta producción narrativa, su autor padeció un menosprecio persistente, algo que resulta injusto pero comprensible cuando salta a la vista la mala levadura que colma la mezquindad de todos los días y agita pasiones que se pierden en la oscuridad humana.

Delio Moreno Cantón, [i]El sargento primero[/i], Mérida, Juan Ausucua Editor, 1905. 178 pp.

[i]Mérida, Yucatán[/i]
[b][email protected][/b]


Lo más reciente

99.8 millones de mexicanos tienen derecho a ejercer su voto este 2 de junio: INE

La entidad con la lista nominal más grande es el Estado de México

La Jornada

99.8 millones de mexicanos tienen derecho a ejercer su voto este 2 de junio: INE

Serpiente bejuquilla, una flecha en la selva

Especial: Fauna Nuestra

Ana Ramírez

Serpiente bejuquilla, una flecha en la selva

Cuando a Mérida le cambió el rostro

Noticias de otros tiempos

Felipe Escalante Tió

Cuando a Mérida le cambió el rostro

Es peor que una sentencia de muerte

Las dos caras del diván

Alonso Marín Ramírez

Es peor que una sentencia de muerte