Óscar Muñoz
Foto: Rodrigo Díaz Guzmán
La Jornada Maya
Martes 4 de febrero, 2020
Por lo general es en las escuelas donde se aprende y practica la lectura. Esta circunstancia determina el carácter cultural de una sociedad. Sin embargo, según los espacios con los que cuenta la sociedad para esta práctica (escuelas, hogares, bibliotecas y otros espacios especiales para ello), las diversas formas de leer determinarían el auténtico contexto cultural de la población lectora: si es o no una comunidad que lee y, si lo hace, qué tanto gusto le causa y qué provecho le saca.
En casi todas las sociedades del mundo es en los centros escolares donde se practica habitual y metódicamente el proceso lector. Por lo regular, los resultados del aprendizaje y la práctica de la lectura son mucho mejores en las escuelas que en los demás sitios destinados a ella. Esto se debe a que en los colegios se aprende la lectoescritura con métodos didácticos especiales. Sin embargo, al parecer, estos métodos de aprendizaje llevan ya muchos años sin ser revisados y mucho menos actualizados. No es desconocido para muchos que hay problemas de lectura en las escuelas desde hace décadas.
No hay que olvidar que es posible conseguir que la lectura sea experimentada por los alumnos como una forma de disfrutar historias y conocimientos, así como gozar el entretenimiento lector. Habrá que subrayar que, más que un medio de aprendizaje (que lo es), la lectura debe ser primariamente una manera de disfrutar otros universos desconocidos por los niños. Por desgracia, la lectura escolar aún sigue resultando una pesada labor, impuesta por el sistema educativo como una obligación para los alumnos, algo que exige un esfuerzo sin resultados gratificantes para el lector.
Todos saben que en México se lee muy poco y se entiende menos de lo poco que se lee. Ante esta situación, habrá que subrayar lo que implica leer. Una de las más convincentes definiciones de la actividad podría ser: reconocer las ideas contenidas en un texto y sus detalles más relevantes. Esto permitiría formular juicios críticos sobre lo escrito. En una palabra, leer es comprender y comprender y criticar es pensar. Aunque comprender y criticar un texto conlleva no sólo a pensar, sino a “saber pensar”. Así, la comprensión lectora permite adquirir conocimientos que enriquecen al ser humano de tal modo que aumenta y mejora el pensamiento y desarrolla la capacidad de expresión como ninguna otra forma.
Si la lectura comprensiva estuviera bien fincada en una persona, posibilitaría, además del placer de leer, aprendizajes significativos a partir de que en el texto habrá contenidos bajo un orden lógico, que los conocimientos nuevos podrían ser relacionados con los obtenidos con anterioridad y que habría disposición positiva para aprender.
Si bien todos los escolares saben leer, su lectura no siempre es significativa. En general, los alumnos saben interpretar los signos de la escritura, pero no saben leer en realidad, porque no saben contar lo que leen y, si no identifican las ideas ni captan los detalles más relevantes del texto, simplemente reproducen de forma oral las palabras escritas.
Así que, para incrementar la comprensión lectora, habría que considerar acciones como: centrarse en la lectura y evitar distracciones e interrupciones; tener constancia en el proceso lector y aprovechar cualquier oportunidad para leer; realizar una lectura activa, es decir, interesarse en el contenido del texto y hacer preguntas sobre las ideas fundamentales y consultas léxicas en el diccionario, y evitar prejuicios sobre los autores o su forma de pensar antes de realizar la necesaria crítica final.
En conclusión, la lectura implica no sólo el placer de leer sino también la comprensión del otro y sus ideas. En este proceso lector intervienen todas las inteligencias del ser humano: la cognitiva y la sensitiva. Placer y comprensión permiten una formación verdaderamente integral de todo individuo. Sin embargo, tal como sucede la lectura en las escuelas, continuarían los riesgos de generar personas mediocres, y sin que el sistema educativo, nacional y estatal, haga mucho o nada. Parece que nos les importa ni les interesa formar mejores ciudadanos, libres y críticos.
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