Negarse a cumplir una función, un trabajo, una responsabilidad por la que se recibe un salario, pero además con dinero público, además de la sanción social y las consideraciones éticas, debe ser sancionado por los órganos competentes, sin consideraciones especiales para no caer en la discrecionalidad de las leyes.
Las leyes, reglamentos y normas laborales deben aplicarse a todos por igual, sin excepciones que hagan distingos entre las personas.Transgredir o permitir que se transgredan las leyes sin sanciones, fomenta la impunidad y debilita el Estado de derecho.
En el caso de los diputados federales del PAN, PRI Y PRD que públicamente anunciaron que no harán su trabajo y cumplir con su obligación de revisar y someter a análisis las iniciativas enviadas por el Jefe del Ejecutivo, Andrés Manuel López Obrador deberán aplicarse las sanciones correspondientes.
Es absurdo y ofensivo para el pueblo que diputados federales, varios de los cuales ni siquiera fueron elegidos por el pueblo, sino por sus partidos que los ubicaron en lugares privilegiados de sus listas de plurinominales, anuncien que se declaran en “moratoria constitucional”, nombre rimbombante que le dieron al hecho de no cumplir con sus obligaciones legislativas de someter a análisis y trámite las iniciativas enviadas por el ejecutivo federal.
Resulta paradójico que los encargados de hacer las leyes se consideren por encima de las mismas, como si los poderes ejecutivo y judicial fueran inferiores, lo mismo que el pueblo que les paga sus elevados salarios y demás prestaciones. Con justa razón López Obrador apuntó que deberían pedir licencia y no acudan a la Cámara de Diputados, ni cobren sus salarios y prebendas. Todavía remató diciendo que “mucho ayuda el que no estorba”.
Ha sido evidente que privilegian sus intereses y su odio, más allá de los afanes de la mayoría de los mexicanos, lo cual debe ser su obligación como legisladores y servidores públicos. Es penoso pero su odio hacia AMLO marca toda su agenda, sin propuestas viables para el beneficio colectivo. Solo su odio y su codicia. Y todavía no entienden por qué la alianza Va Por México del PRIAN-RD perdió cuatro gubernaturas más, con las cuales Morena ya tiene 22 en su poder estando cerca el proceso sucesorio presidencial. La causante de su debacle es la misma oposición, incapaz de abonar al beneficio colectivo, incapaz de capitalizar los abusos de Morena colgado del apoyo popular de AMLO, sin preocuparse por elegir a sus mejores cuadros. A esta oposición elitista, clasista y codiciosa la vencen con la sola marca Morena.
En lo local
Mucho se ha hablado del apoyo del gobernador Carlos Joaquín del PAN-PRD a la hoy gobernadora electa por el PVEM-MORENA-PT-FxM, Mara Lezama y su alejamiento de los partidos que lo encumbraron. Eso entraña acuerdos de una salida tranquila, sin perder el sosiego por tantos y tantos señalamientos públicos. Sin embargo, es una total falta de sentido común que algunos fiscalizadores recorran el estado para amedrentar con multas de varios millones de pesos a empresarios de varias ramas. Lo triste es que algunos de los noveles funcionarios morenistas del municipio Othón P. Blanco sin sentido común ni ético, en sus afanes recaudatorios se parecen más a los que se van del gobierno joaquinista que a seguidores reales de AMLO. El poder y el dinero enloquece a la gente sin valores y sin formación.
En fin, son cosas que pasan en nuestro país y en nuestro caribeño estado.
¡Hasta la próxima!
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