Algunos antiguos apellidos campechanos

Cuando la corona española decidió promover la emigración de habitantes de su territorio europeo hacia Yucatán, creció la población de Campeche, que era el puerto de entrada en la región. Uno de esos españoles fue Juan Barret, nacido en Barcelona a principios del siglo XVIII, y quien contrajo matrimonio con Juana Pérez Montero. Emigraron a la Nueva España y desembarcaron en Campeche, en donde, el 30 de julio de 1747, nació su hijo Juan Ignacio. Se considera que estas personas fueron los primeros Barret de Campeche. Juan Ignacio se unió en matrimonio con María Concepción Rodríguez, y tuvieron tres hijos, siendo el mayor de ellos Domingo Barret. Esta rama de su familia creció pronto, pues María Concepción falleció y Juan Ignacio contrajo matrimonio con María Gertrudis Barahona, y tuvieron seis hijos, que contribuyeron a incrementar el número de descendientes con apellido Barret. Domingo Barret fue un mexicano que destacó en la política local, ocupó diversos cargos en el ayuntamiento de Campeche entre 1834 y 1867, y fue gobernador provisional de Yucatán en una difícil época, que incluyó graves problemas, como el inicio de la sangrienta Guerra de Castas, en la que el gobierno mexicano no pudo proporcionar ayuda, empobrecido por su reciente Guerra de Independencia y un conflicto bélico con Estados Unidos. Descendiente de Domingo Barret fue el también campechano Luis Álvarez Barret, destacado educador, funcionario público y escritor, quien recibió, entre otros reconocimientos, las medallas Belisario Domínguez e Ignacio M. Altamirano.

Otro apellido barcelonés comenzó en Campeche cuando Francisco Clausell se estableció en dicha ciudad, a principios del siglo XIX. Llegó a ser importante naviero y uno de los principales comerciantes de su época. Se sabe que fue tío de José Clausell, también comerciante, y padre del reconocido pintor Joaquín Clausell, nacido el 16 de junio de 1866. Al morir José, su hijo comenzó a trabajar, para ayudar a su madre, sin dejar de estudiar. Su carácter rebelde lo enfrentó con el gobernador de Campeche Joaquín Baranda, quien lo expulsó del estado, y sobrevivió con dificultad en la ciudad de México, donde logró terminar sus estudios de abogacía. Por ataques al presidente Porfirio Díaz, huyó a Estados Unidos y Francia. En París se interesó en la pintura, en donde hizo amistad con grandes artistas, quienes lo motivaron a dedicarse a ese arte. De regreso en México, practicó la abogacía, pero los pintores Gerardo Murillo (Dr. Atl) y Diego Rivera influyeron para que practicara activamente la pintura. En 1899 se casó con Ángela Cervantes y residieron en el que fue en los siglos XVII-XVIII el Palacio del Conde de Santiago Calimaya. Este edificio colonial fue convertido en el Museo de la Ciudad de México, donde puede visitarse el muy interesante estudio de Clausell, en cuyas paredes limpiaba el exceso de pintura de sus pinceles o hacía pruebas de color, con lo que produjo un maravilloso y enorme collage de cientos de bocetos, que es admirado por los numerosos visitantes. Clausell es considerado el maestro del impresionismo mexicano y sus principales obras son de paisajes de México y escenas marinas. Estando en las Lagunas de Zempoala, perdió trágicamente la vida en un deslave, el 28 de noviembre de 1935.

Entre otros antiguos apellidos campechanos están Álvarez, Berrón, Cervera, Estrada, Ferrer y Gutiérrez, que fueron uniéndose familiarmente con los ya mencionados y con muchos más.

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Lea, del mismo autor: La economía campechana en los siglos XVIII y XIX

Edición: Estefanía Cardeña