La crisis política de Perú que detonó en días recientes revela con crudeza el rostro autoritario de los dueños de los poderes fácticos basados en su dinero, además de su desprecio a la voluntad popular invocando preceptos legales que no pueden ser superiores a la expresión ciudadana en las urnas.
Desde que asumió la presidencia del Perú el 28 de julio de 2021, el profesor rural Pedro Castillo ha enfrentado la embestida feroz de las clases altas de su país que no dieron ningún momento de tregua utilizando como arietes los medios de información y el Congreso de la República que lo destituyó el pasado miércoles siete de diciembre y con la colaboración del poder judicial, el ministerio público, el Tribunal Constitucional y la Junta Nacional de Justicia lo mantienen preso para enjuiciarlo en tanto el depuesto mandatario asegura que no ha cometido ningún delito y los acusa de “golpistas”.
Los partidarios de Castillo iniciaron una serie de marchas de protesta que han sido reprimidas en comunidades rurales donde han perdido la vida seis personas, según la cifra oficial, y la violencia ha escalado al punto que la vicepresidenta que asumió la presidencia en sustitución de Castillo, Dina Boluarte, ha declarado estado de emergencia en casi todo el país y se especula que podría decretar “Estado de Excepción” para enfrentar los disturbios. El ejército ya controla las comunicaciones y la infraestructura de energía.
El Congreso de la República, luego de cuatro intentos fallidos, destituyó a Castillo por “incapacidad moral” con 101 votos, por encima del mínimo requerido que es de 87 votos de un total de 130 diputados. En Perú no hay senadores y no tienen gobierno parlamentario, es decir, el congreso no elige al presidente; lo hacen los ciudadanos a través de las urnas. Sin embargo, el Congreso tiene la facultad de declarar “Vacancia” de la presidencia, casi de manera discrecional, por lo cual de 2018 a 2022 han tenido seis mandatarios incluyendo a Dina Boluarte. Cabe señalar que el Congreso peruano tiene una aprobación de entre 10 y 11 por ciento, en tanto que Pedro Castillo entre 24 y 31 por ciento.
La derecha, los poderes fácticos, con su cara dura, su clasismo, su irresponsabilidad temeraria, desprecia la voluntad popular, como ocurre en México, donde a raíz de la caída de Pedro Castillo en Perú, difundieron por todos los medios: “Tú sigues, López Obrador”. Según la empresa norteamericana Morning Consult, Andrés Manuel López Obrador tiene 73 por ciento de apoyo popular, la mayoría en las cámaras de diputados y senadores, y su partido gobierna en 22 estados. Por eso no avanza la oposición, sólo tienen odio irracional.
En lo local
La política está llena de contrastes: la gobernadora Mara Lezama participó el martes con alrededor de 12 mil personas en un desfile navideño por la avenida Héroes de Chetumal y concluyó con una animada verbena popular. Por su parte el Cabildo Othón P. Blanco que preside Yensunni Martínez aprobó que todos los negocios que tengan luces navideñas en su fachada o su interior deberán pagar un impuesto, además les cobrarán también por tener bocinas con anuncios o música. En tanto la diputada federal por los municipios sureños Felipe Carrillo Puerto, José María Morelos, Bacalar y Othón P. Blanco, Anahí González, rindió su informe de labores el pasado sábado en Cancún. ¡Para Ripley!
En fin, son cosas que pasan en nuestro país y en nuestro caribeño estado.
¡HASTA LA PRÓXIMA!
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