En días pasados los noticieros y redes sociales nos dejaron pasmados con imágenes y noticias desde Teotihuacán, donde Norma Lizbeth Ramos, una jovencita de tan solo 14 años perdió la vida en manos de otra víctima de las consecuencias de lo que estamos enfrentando inadecuadamente. ¿Dónde estaban los padres? ¿Qué vieron en sus casas? ¿Dónde los maestros? ¿Saben ambos que, antes de los 17 años, el lóbulo prefrontal del cerebro no tiene la madurez para manejar el sarcasmo o la ironía? Que los niños toman todo literal y ante la burla desarrollarán un mecanismo de defensa y evasión.
La violencia, también viene disfrazada de “chistes” que marcan de por vida.
El bullying solía tener tres responsables: el que vomita su dolor buleando, el que se calla y lo permite y los que miran y azuzan o con su silencio e indiferencia, otorgan el permiso. Ahora hay un cuarto, agazapado, que se regocija grabando para compartir el morbo. ¡Ay!
En el pasado se procuraba separar a los enfrentados. Ahora, hemos llegado al punto de una barbarie en el que los asistentes a la masacre, emitían gritos: de “dale en la cara”, “mátala”. ¿Dónde estaban los adultos?
La noticia nos tomó por sorpresa, nos atropelló: miedo, tristeza, horror… la lista es interminable; sin embargo, además de quejarnos y juzgar, ¿Qué hemos hecho al respecto? Cerramos los ojos, dejamos de leer noticias, pedimos clemencia al cielo.
A Dios rogando, y con el mazo dando”, decían los abuelitos. Y es que la paz, no es una palabra bonita que nos cae del cielo, hay que invertirle tiempo, dinero y esfuerzo. La paz no es la ausencia de problemas, llega después de enfrentarlos y encontrarles solución. Pareciera que nuestro único objetivo es alcanzar la llamada por los estudiosos: “Paz Negativa”, esa que surge, cuando hay un cese al fuego. En Yucatán la llamaríamos la paz de chentutuz, de mentiritas, ya que esta paz termina, cuando se reanude la batalla, a diferencia de la “Paz Positiva”, que es la que se construye diariamente, según las necesidades.
Eso es lo que el Club Rotario Mérida Montejo está realizando con el foro La libertad, en la construcción de la paz, cuyo objetivo es crear espacios para la discusión de los caminos para construcción de la Paz, porque, según la filosofía Rotaria: “Cuando las personas trabajan para construir la paz en sus comunidades, dicho cambio puede tener un efecto mundial”.
El Club Rotario, cuenta ya con dos grupos de jóvenes Rotarac, provenientes del Tecnológico de la 60 y el Tecnológico Poniente, siendo en este último, la segunda presentación promovida por su presidenta Karime J. Espinosa.
Iniciamos en el Centro Cultural del Sur, con la invitación a maestros, padres de familia y en especial para los jóvenes, que detectamos, después de la pandemia, se encuentran con grandes dificultades de comunicación; el lenguaje se ha empobrecido y las caritas, no tienen claridad para manifestar ni entender el conflicto.
Maricruz Castro Cordero, licenciada en Ciencia Política del ITAM, Estudios en Etnohistoria por la Escuela Nacional de Antropología e Historia, Especializada en Artes Plásticas en el Instituto Nacional de Bellas Artes, nos compartió ¿Por qué nos dan miedo los monstruos?. Juzgamos las apariencias y lo distinto nos asusta. A final de cuentas, somos tan parecidos. Queremos amar y ser amados, apreciados, participar.
El socio rotario Edmundo Santos River, contador público y mediador privado certificado desde 2013, con postgrado en la universidad de Barcelona y especialidad en el ramo mercantil, expuso: Herramientas del mediador aplicables a las soluciones de conflictos en la vida diaria. Edmundo nos presentó al mediador como alguien honesto, respetuoso, imparcial, empático. Palabras que pueden sonar extrañas en un mundo de competencia feroz.
Una servidora cerró con la invitación a que conocernos y aceptarnos nos permitirá apreciar mejor al otro y así comprender que las diferencias nos enriquecen. ¡Ganar, ganar!
Felicidades a la presidente rotaria Maria Teresa Castro Cordero y al secretario Emilio J. Bolio Tapia por la invitación a construir la Paz Positiva en beneficio de nuestra comunidad.
Edición: Ana Ordaz
Esta es la octava ocasión en la historia de la organización que se tiene una seguidilla con ese número de encuentros ganados
La Jornada
El mexicano se impuso por decisión unánime al cubano William Scull y recuperó el cinturón de la FIB
La Jornada
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Gustavo Castillo García
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Efe
