Dice la paremia tipo refrán popular que “no hay peor ciego que el que no quiere ver”, con sus variantes, “no hay peor sordo que el que no quiere oír”, “no hay peor desentendido que el que no quiere entender”.
La oposición mexicana formada en las filas de una derecha conservadora, clasista, carente de valores para construir empatía popular, se ha negado a ver, a oír y a entender a las mayorías de México, fundamentales en los sistemas democráticos para ganar los procesos electorales de renovación de poderes.
Las causas de las dirigencias del PRI, PAN y PRD con Alejandro Alito Moreno, Marko Cortés y Jesús Zambrano como dirigentes respectivos, se podrían resumir en la satisfacción de sus apetitos e intereses personales y facciosos, alejados totalmente del pueblo. Por eso nunca tuvieron un proyecto alternativo de Nación en su búsqueda de recuperar la presidencia de México. Sus causas son las que les planteó el magnate salinista Claudio X. González que se resumen en tener el control de las riquezas del país para distribuirlas entre las poderosas corporaciones nacionales y extranjeras, Grupo México, Bimbo, Iberdrola, Ienova, Coca-Cola, Bonafont, las mineras canadienses, etcétera.
El bienestar de las mayorías está fuera de su agenda, pero creían que su control de la casi totalidad de los medios de difusión, radio, televisión, periódicos, revistas, sus intelectuales y académicos, orgánicos, les darían el triunfo electoral basados en una guerra sucia y con la aplicación del recetario de “golpe blando” de agencias injerencistas norteamericanas.
Eso alejó a los votantes, como lo reflejan los resultados de las elecciones del domingo con una aplastante victoria de Claudia Sheinbaum, más de 30 puntos arriba del PAN, PRI, PRD, la alianza del oligarca salinista Claudio X. González, y con casi el 60 por ciento de los votos, es decir con una cantidad de casi 5 millones más que los obtenidos por AMLO en 2018. Como el INE ha manifestado la victoria de Sheinbaum es irreversible por el margen tan grande.
El periódico español El País publicó una estadística que resulta devastadora para los opositores del gobierno obradorista, ya que refleja que por Claudia Sheinbaum votaron la mayoría de hombres, mujeres, personas con menores ingresos, los de mayores ingresos, clasemedieros, profesionistas, la mayoría de adultos mayores y de jóvenes. El periódico mexicano El Financiero publicó una gráfica muy clara sobre el voto de la clase media. Los insultos de los odiadores de “chairos” solo los evidencian aún más en su ceguera, sordera, irracionalidad e intolerancia.
En Quintana Roo hay algunos conflictos postelectorales, sobre todo en Felipe Carrillo Puerto y Othón P. Blanco donde se cerró la competencia. La empobrecida Chetumal, capital de Quintana Roo y cabecera de Othón P. Blanco, votó mayoritariamente por la candidata de Movimiento Ciudadano Lidia Rojas, pero en comunidades la alcaldesa con licencia que busca la reelección Yensunni Martínez logró revertir y asegura que tiene una ventaja de 43 votos. Se solucionará en las instancias legales correspondientes.
El martes hubo una marcha muy concurrida en Chetumal en apoyo de Lidia Rojas que exigen el recuento de votos casilla por casilla. En Felipe Carrillo Puerto los ánimos están muy caldeados y ya hay atisbos de violencia. La muy cuestionada autoridad electoral tiene la pelota en su cancha, en fin, son cosas que pasan en el país y en nuestro caribeño estado.
¡Hasta la próxima!
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