de

del

El Pa’ p’úul de Tipikal: ritual de petición de lluvia a San Juan

La ofrenda se realiza el 24 de junio y consiste en romper varias vasijas de barro
Foto: Leobardo Cox Tec

Especial: Hondas raíces

El sistema de creencias de los mayas contemporáneos es el resultado de siglos de tradición religiosa en los que han convivido muy de cerca dogmas mesoamericanos y cristianos que fueron encontrando sincretismos de manera paulatina. La realidad divina y sobrenatural ha influido siempre en la realidad terrenal y social. Por eso los seres humanos dirigen las ceremonias y rituales para agradecer, para pedir la intervención o protección de los aires (deidades-antepasados) encomendándoles su trabajo.


El Pa'p'úul u ofrenda de cántaros es un ritual para la petición y el agradecimiento por las lluvias que se realiza el 24 de junio en honor de San Juan Bautista en el pueblo maya de Tipikal. Consiste en romper varias vasijas de barro que contienen en su interior algunos animales silvestres y domésticos con el fin de liberarlos de manera pública.


Las vasijas se llevan a la iglesia para ser bendecidas y ofrecidas para posteriormente quebrarlas en el atrio como si fueran piñatas. El propósito de este ritual es liberar a los animales para que de regreso al monte puedan avisar a los Cháakes que hace falta lluvia. El sonido que las vasijas emiten al ser quebradas evoca los truenos de las lluvias torrenciales, esto para que los santos, los yuumtsiles y Dios atiendan la petición. Otras personas de la comunidad mencionan que el ritual se lleva a cabo para contentar a San Juan para que mande el agua necesaria y no haya inundaciones, de manera coloquial refieren que se hace para “adormecer” al santo. Unos más mencionan que simplemente se realiza para festejar el nacimiento de San Juan, pues en un cumpleaños nunca faltan las piñatas. Desde luego, el ritual también se realiza con el afán de alegrar y celebrar en comunidad, los asistentes se divierten atrapando o esquivando los animales que son liberados.Del mismo modo se contratan bandas de música para amenizar la fiesta y la gente puede bailar. 


El Pa’ p’úul se realizaba con fines festivos en muchas partes de Yucatán. Sin embargo, en Tipikal (y en otras comunidades como Chaksinkín o Chumayel) esta actividad se ritualizó y comenzó a ofrendarse a los santos patronos de los pueblos como forma de agradecimiento o petición. El caso de Tipikal es sumamente interesante porque alcanzó grandes dimensiones. Se llegan a romper más de 250 cántaros. A pesar de los intentos de “purificar” o “cristianizar” el ritual, este sigue más vivo que nunca y ha resistido diferentes dificultades. 

En el 2023 el sacerdote de Maní prohibió la entrada de los grupos independientes que ofrendaban cántaros poniendo candados a las rejas de la iglesia mientras se llevaba a cabo la misa para San Juan. En respuesta, los pobladores que cargaban sus ofrendas decidieron llevar a cabo el ritual en el campo contiguo. Desde ese momento el ritual se dividió: en la iglesia rompen sus cántaros las personas cercanas al sacerdote y afuera celebran los otros grupos.

Como muestra de solidaridad, los diferentes grupos que participan en el Pa’ p’uul se unieron a los que fueron excluidos y se sumaron con sus cántaros. Este año afuera de la iglesia se rompieron la mayoría de los cántaros, casi 200. Este cambio significativo nos demuestra que los mayas siempre han resistido y siempre han defendido sus usos y costumbres, a pesar de las autoridades eclesiásticas que muchas veces son intolerantes con estas tradiciones vivas. 


Foto: Leobardo Cox Tec


La tradición oral menciona que en el pasado hubo una intensa sequía en la región que trajo consigo la pérdida de los cultivos y, por extensión, una gran hambruna por lo que, en su desesperación, los ancianos del pueblo decidieron sacar al sol a San Juan Bautista para que sintiera el sufrimiento del pueblo. Después de un tiempo, la imagen comenzó a sudar por lo que, conmovidos, los vecinos decidieron regresar la imagen a la iglesia. De manera inmediata sucedió el milagro: comenzaron lluvias torrenciales que rápidamente devolvieron la vida a los montes.

Como agradecimiento, prometieron festejar el “cumpleaños” de San Juan ofreciéndole los cántaros y colocando animales asociados a las lluvias en su interior para recordarle al santo que sus hijos necesitan la lluvia. Es difícil fechar con exactitud el inicio de esta tradición. Lo cierto es que para los habitantes de Tipikal está íntimamente relacionado con las lluvias, con los dioses antiguos y con el esplendor mesoamericano. 

En la actualidad el animal preferido para las ofrendas es el iguano o juuj en maya, que corresponde a la iguana rayada negra (Ctenosaura similis). La iguana y el cántaro de barro son símbolos de lluvia por excelencia. Podemos encontrar algunos datos dispersos que bien podrían ser antecedentes indirectos que explicarían la relevancia de las vasijas y las iguanas en la cosmovisión maya antigua.

En su Relación de las Cosas de Yucatán, Fray Diego de Landa relata una ceremonia llamada Tuppkak, donde se recolectaban animales y sabandijas del monte para ofrecerlos y quemarles el corazón frente a las estatuas de los cháakes, que, a su vez, se encontraban frente a cántaros de agua con los que después se apagaba el fuego, “hacían esto para alcanzar con ello y la siguiente fiesta, buen año de agua para sus panes”.

Por otro lado, el Chilam Balam de Chumayel menciona un lugar llamado Ppupulní-huh cercano a Tipikal y continúa: “Las iguanas eran sus genios cuando salieron allí […] sucedió que entraron a Tipikal, nombre de este pozo. Y sucedió que allí se hicieron más numerosos. Y fueron a Poc huh. Éste es el nombre del pozo en que sucedió que asaron iguanas.”, vinculando a Tipikal y otros lugares cercanos con las iguanas, es probable que la iguana haya sido apreciada en la región desde tiempos remotos. En el Ritual de los Bacabes aparece una deidad llamada Yax huh, “la primera iguana”, asociada al primer diluvio universal. 


Foto: Leobardo Cox Tec


Agradezco infinitamente a Román, Geovani, Antonio y Adalio, los hermanos Chan Yah, por permitirme ser parte de este ritual tan importante en diferentes ocasiones. También agradezco a Jesica Ek, a Gricelda Uicab, Julissa Mis y Pilar Poot, sus amorosas esposas, por sus amables atenciones y su cálido recibimiento. Ellos son los verdaderos guardianes de la tradición. 


Leobardo Cox Tec es gestor cultural y promotor del arte popular, cronista comunitario de Yaxcabá, Yucatán.


Sigue leyendo:

-Derechos de papel: chéen beey u chíimpolta’al máasewáal kaaj wey Méxicoe’

-Reflexiones sobre la Identidad Indígena

-Ne Mbaxua yo Jñiñi a Xoñijomú / Día Internacional de los Pueblos Indígenas


Edición: Estefanía Cardeña


Lo más reciente

Anuncia Sheinbaum transición hacia jornada laboral de 40 horas

Subrayó que la reducción de la jornada será parte de una reforma laboral consensuada con empleadores, empleadoras, sindicatos y trabajadores

La Jornada

Anuncia Sheinbaum transición hacia jornada laboral de 40 horas

Zedillo, Fox y Calderón: el colmo del cinismo

La Resaca 2.0

Normando Medina Castro

Zedillo, Fox y Calderón: el colmo del cinismo

Ko’olele’ k’a’anan ti’al u beeta’al ts’aako’ob: Lena Ruiz

Mujeres son fundamentales en el desarrollo de fármacos: Lena Ruiz

La Jornada

Ko’olele’ k’a’anan ti’al u beeta’al ts’aako’ob: Lena Ruiz

Bernal, ex prospecto de Toronto y Kansas City, se une a los Leones de Yucatán; Haro, a Durango

Juan José Pacho, impresionado con el Kukulcán; “luce monumental”

Antonio Bargas Cicero

Bernal, ex prospecto de Toronto y Kansas City, se une a los Leones de Yucatán; Haro, a Durango