ni con ruda ni con triaca la cosa era complicada. A las Moiras pide ayuda: ellas traen a las gentes, decían a la huesuda Gabo, Cortázar y Fuentes. -¿Cuál es el problema, Flaca? -vuelta a la carga Gabriel-, llévatelo a una cloaca y te deshaces de él. -Eso que piden no es fácil: “los vientos” en tiempos recios requieren más que ser grácil, lo digo sin menosprecios. Sabe más Mario por viejo, ustedes bien lo conocen, se la pasa en el festejo no por eso lo destrocen. Como la Presley vestida me le acerqué al muy taimado y me dio santa embestida: no sé qué había almorzado. Lo cité en la catedral para una platicadita; yo tomé solo sidral como fina señorita. Él, entre chicha morada y mate de coca y ron me tenía embelesada; no parecía zurrón. Poco me duró el gustito cuando comió chicharrón: a propósito el maldito soltó pingüe ventarrón. De lo que pasó después ya ni quiero acordarme. Aún padezco el estrés ¡vaya forma de asustarme! En el Infierno de Dante -caliente la discusión- Carlos Fuentes muy galante da brillante solución: -Catrina, ponle una trampa como a Felipe Montero. No es que seamos del hampa; solo aquieta al caballero. Anuncio en el periódico Montero fácil cayó. Eso que aquí te platico Aura misma lo contó. -Tengo una idea mejor -Cortázar sin parangón- para Llosa no hay peor que llevarse un sopetón. Invertir las Instrucciones del manual de la escalera; sus vientos serán lecciones por su actitud altanera. Gabo de nuevo interviene: -Si yo lo volviera a ver y encima raud se me viene no me intentaré mover. Más rápido que enseguida cuando levante la mano antes que emprenda la huida practico de cirujano. Compungida, la Catrina dice a los tres escritores: -olvidemos nuestra inquina y todos los sinsabores. Recuerden que es inmortal -eso dicen los franceses- porta la Espada Real como tienen los burgueses. García Ponce escuchaba entre almas de gatos negros en octubre incrementaba la raza de pelinegros. Las brujas los capturaban para trabajos rituales, luego los sacrificaban soltando todos los males. En franca cavilación el foco se le encendió tenía la solución y muy ufano alardeó. Los del Boom tan extrañados voltearon hacia la voz, felices y emocionados por quien era el portavoz. -Los he estado escuchando -dijo Juan al grupo entero-. Veo que están parloteando sin traer al mero mero. Aquí hay gato encerrado ya no le hagan al cuento la estrategia ha fallado o quizás el argumento. No busquen tres pies al gato ni lo crean inmortal porque yo tengo otro dato pa’quitarle el pedestal. Es verdad que con sus vientos ha espantado a la Catrina, que lo haga sin aspavientos cuando esté en la letrina. Desde lejos grité: “¡Bomba!” al estilo yucateco ¡Pum! verán que como tromba llega el espíritu en seco. Muy animada la Muerte pone manos a la obra con ron y un poco de suerte tendrá éxito la maniobra. -¡Bomba!- repite tres veces y el Nobel el alma entrega. -¡Eso es lo que te mereces por traerme en tanta friega! Del brazo del escritor va la Parca muy flamante; se lo llevará al folclor luego al Infierno de Dante. Y así es como en un ¡Pum! es “caso cerrado” el tema, vagan las almas del Boom “Juntos por siempre” es su lema. EPITAFIO: “Solo vine a hablar por teléfono”: si quieren volverme a ver, me encuentran en mis libros.Calavera Literaria ganadora del primer lugar del Primer Concurso Nacional: Día de Muertos en la categoría: poesía, convocado por Educal Chilpancingo, Guerrero.
Daba vueltas la calaca
realmente preocupada