Opinión
La Jornada Maya
21/11/2024 | Mérida, Yucatán
Este domingo 24 de noviembre, los habitantes de los municipios yucatecos de Izamal y Chichimilá acudirán nuevamente a las urnas en un ejercicio democrático extraordinario. Estas elecciones, motivadas por la anulación de los comicios previos, reflejan tanto los desafíos como el compromiso del estado con el respeto a la voluntad popular y la legitimidad de las instituciones.
La necesidad de estas elecciones extraordinarias surgió a raíz de la resolución del Tribunal Electoral del Estado de Yucatán (TEEY) y de la Sala Regional del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), que detectaron irregularidades en las elecciones ordinarias del pasado 2 de junio. Entre los problemas encontrados se incluyeron reportes de inconsistencias en el proceso de conteo y posibles violaciones a la normatividad electoral. La decisión de anular los resultados previos, aunque compleja, fue respaldada por el marco jurídico con el objetivo de garantizar elecciones limpias y libres.
Se estima que 28 mil ciudadanas y ciudadanos tendrán la oportunidad de votar en Izamal y Chichimilá. La expectativa de los órganos electorales es que los habitantes de estos municipios respondan a este llamado, conscientes de que la democracia requiere el compromiso activo de la ciudadanía para ser efectiva.
Las campañas y actividades electorales de los candidatos han cobrado especial importancia en este contexto, pues no solo buscan ganar el respaldo popular, sino también fortalecer el tejido democrático en comunidades donde la participación electoral es el primer paso para un gobierno legítimo.
Las elecciones extraordinarias conllevan un costo importante. En este caso, el Instituto Electoral y de Participación Ciudadana de Yucatán (IEPAC) ha destinado aproximadamente 3 millones de pesos para la organización de este proceso. Este presupuesto incluye la logística necesaria para la instalación de casillas, la capacitación de funcionarios, y la seguridad del proceso electoral. A nivel estatal, el desembolso representa un compromiso financiero, pero también un recordatorio del valor que la democracia tiene para el estado y sus ciudadanos.
Aunque el costo de repetir elecciones puede resultar alto, el precio de permitir irregularidades en procesos democráticos es aún mayor. Estas elecciones extraordinarias, pese a sus inconvenientes logísticos y financieros, subrayan el compromiso de Yucatán con una democracia sólida y representativa. Para los ciudadanos de Izamal y Chichimilá, el 24 de noviembre será una oportunidad invaluable para reafirmar su voz en la construcción del futuro de sus comunidades, confiando en que cada voto cuenta y que cada elección importa.
Este mismo domingo se realizarán elecciones para renovar a las autoridades de las 47 comisarías de la capital yucateca. El proceso meridano servirá de termómetro político, pues permitirá conocer las preferencias partidistas de un importante porcentaje de la población de Mérida. A diferencia de otras elecciones, en las que las campañas provocan un agudo ruido mediático, en este caso los partidos y sus candidatos se han movido con sigilo. En el argot electoral, han sido, principalmente, campañas de tierra y no de aire. Así, será hasta el domingo cuando se conocerá la eficacia de las estructuras de los partidos en pugna.
Tanto las elecciones extraordinarias de Izamal y Chichimilá como las ordinarias para renovar las autoridades auxiliares del Ayuntamiento de Mérida se realizan en un contexto de duros cuestionamientos a las autoridades electorales. El desarrollo en paz y en orden del proceso, así como la transparencia y eficacia del conteo de los votos, serán también una prueba de fuego para los organizadores de estas elecciones.
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Edición: Estefanía Cardeña