Opinión
Edgar Fernando Cruz
24/06/2025 | Mérida, Yucatán
La información de la guerra es un producto muy vendible, pese a todo el horror, el dolor, la desgracia, y el sufrimiento humano son por naturaleza de gran interés.
Las confrontaciones bélicas siguen siendo hasta nuestros días un método económico de control y poderío. Desde la prehistoria los clanes y ahora las naciones dominantes se disputan el control territorial, el agua, el mercado y las fuentes de energía.
Las narraciones en directo, las imágenes de destrucción, de los misiles cruzando el cielo, el bombardeo, las sirenas de alerta y el estallido son el objeto informativo de los medios, pero también el mensaje político de poderío para el mundo y juega un papel en la guerra, la propaganda como arma disruptiva. La información que surge desde los escritorios de los jefes de Estado no siempre es verdadera, es falsa, inexacta, estratégicamente mentirosa y propagandística; es otro elemento de la guerra.
Los periodistas en las guerras contrastan e informan sobre los hechos reales para que en el análisis se comprueben o se desmantele un mensaje. La verdad en directo.
Los periodistas de guerra, son una élite del periodismo, se necesita valor e información profunda sobre el terreno en el que se mueven. Nada es seguro, nada es verdad y nada es mentira para quien -con cámara y micrófono- busca los hechos reales y palpables.
Hoy, dados los hechos, les comparto la conversación con una experimentada periodista de guerra, zonas de conflicto y catástrofe.
Tiene al menos 30 años cubriendo los temas de alto nivel de destrucción natural o política, desde la guerra del Golfo, hasta hoy.
Hannia Novell, es la única mujer mexicana que ha cubierto y reporteado por tres décadas desde las entrañas del infierno.
¿Qué significa la guerra o la zona de conflicto para ti?
-La guerra es una tragedia que casi nadie desea, es horrible, muy triste y frustrante, generalmente el dolor te lleva a sentir la dureza de la impotencia. Ni los soldados la quieren, estar en una zona de guerra es de alguna manera buscar la esencia del ser humano para entender qué nos está pasando, quiénes somos, qué queremos y qué buscamos.
Muchas veces en estos conflictos se pierden el origen, se pierden el punto de partida y se olvidan que es lo que quieren. Y la pregunta es muy simple, como la que hace un niño: ¿Por qué pelean, mamá? ¿Por qué se enojan los adultos? Son las preguntas para las que generalmente no hay respuestas lógicas
¿Qué es una cobertura de guerra?
Hay tres tipos de coberturas en zona de conflicto. El primero es en un país que tiene el conflicto lejos de su territorio, por ejemplo, Rusia está en guerra, pero si estás en Rusia prácticamente no vives la guerra porque los ataques contra Rusia son mínimos, a menos que estés en la frontera donde los enfrentamientos son constantes.
Otro caso es estar en zona de guerra, como en la que acabo de estar en Israel, con las sirenas de alerta encima y con la necesidad de atestiguar, ir a los lugares donde cayó un misil y narrar la historia en directo, eso es zona de guerra.
Y la tercera es estar en el frente, en las líneas de batalla, eso ya es muy fuerte.
Así estuve en Afganistán, una periodista en el infierno. Los soldados están preparados y capacitados para ello, yo no, pero tengo un compromiso y entonces entras hasta el frente con alguien -en ese caso, por ejemplo, con la Alianza del Norte-, con algún ejército, con los que están en combate y estás de un lado y también eres blanco.
Una mujer occidental en Medio Oriente y en guerra
A Medio Oriente hay que descifrarlo, entender su lógica pero no pienso que las mujeres seamos algo aparte, somos seres humanos. Sí, hay muy pocas mujeres en zonas de guerra. Para mí es un orgullo lograr lo que me propuse, lo que yo soñaba era estar en una cobertura que es de suma importancia porque es una información internacional que le importa al mundo entero.
¿Es posible mantenerse sin tendencias frente al dolor humano?
Esa pregunta es muy complicada de responder porque no puedes estar ajeno al dolor humano. Yo pienso que sí debes de ser imparcial, pero somos personas y todos tenemos sentimientos, alegría, dolores, penas, tristezas. No tomo partido, pero hay cosas que sí te duelen, que te enoja o que te dan alegría y no puedes estar ajeno.
Difícilmente encuentres las dos versiones en un conflicto porque estás de un lado, no puedes estar de los dos lados si entras de un lado, el otro lado te veta.
¿Guardar distancia con las historias?
No puedo. Detrás de cada historia hay seres humanos sufriendo, las llevo en la cabeza, en el cuerpo y en el alma, las llevo cargando, yo traigo kilos y kilos de historias que se van sumando desde que comencé a trabajar en el periodismo.
Eres una experimentada reportera de guerra y te acecha la muerte cada cobertura.
Bueno, generalmente no piensas en eso, lo que haces es trabajar y buscar las salidas de situaciones difíciles, opciones, no de vida ni de muerte, buscas las salidas.
Edición: Fernando Sierra