Opinión
Yassir Rodríguez Martínez
07/07/2025 | Mérida, Yucatán
Históricamente, los museos —sobre todo los etnológicos y antropológicos— han sido espacios de representación de las culturas y de producción de formaciones discursivas sobre los “otros”; pero pocas veces espacios donde las diversidades se han hecho presentes en términos discursivos y auto representacionales. Actualmente, el Gran Museo del Mundo Maya de Mérida de la Secretaría de la Cultura y las Artes (GMMMM), recinto emblemático de la capital yucateca, pareciera estar tomando un giro para constituirse como un espacio donde confluyen valores asociados a la diversidad, equidad, inclusión, y por qué no, la gobernanza.
El pasado 17 de mayo del presente año, acudí con mi familia a la inauguración de la exposición Kili’ich chuuyo’ob: bordado maya ritual, donde pudimos apreciar el arte textil de las comunidades mayas yucatecas, con particular énfasis en prendas, estandartes y paños de uso ceremonial. En la inauguración estuvo presente el Ensamble de trova de la escuela de música Kookix de Dzemul, acompañada por el Ballet folklórico infantil del Estado de Yucatán; también estuvieron artesanos y artesanas mayas, donde por supuesto no podía faltar espacio dedicado a las artes textiles. Como parte del programa se desarrolló una visita guiada a infancias, donde estos aprendían sobre las abejas meliponas y su importancia en la cultura de los mayas prehispánicos y actuales; experiencia que culminó con un taller didáctico en el que los más pequeños generaban sus propias abejas con materiales reciclados.
En suma, ese día, el GMMMM se convirtió en un espacio donde visitantes de todas las edades podían no solamente atestiguar el conocimiento y arte de las comunidades mayas, sino incluso dialogar directamente con ellas al encontrarse presentes. En este sentido, el GMMMM fue el marco para celebrar la diversidad étnica, conocerla y otorgarle posibilidad de autorrepresentación. De manera articulada a la exposición referida, se realizó el 29 de mayo el conversatorio “El museo: espacio de vinculación y diálogo con las comunidades”, con presencia de tres coordinadores del GMMMM —Curaduría e Investigación, Conservación, y Museografía— que se encontraron con la ciudadanía para establecer un diálogo y en conjunto “construir” el museo. Un ejercicio de participación ciudadana que va convirtiendo al museo en un espacio más receptivo y dinámico.
Otro evento destacable fue Súusut iik’. Viento cambiante durante el mes de junio. Dos actividades de este programa fueron de suma importancia: un recorrido guiado con el tema “Carne, sombras y resistencia: la sexualidad maya frente al poder colonial” y la pasarela maya queer Súusut iik’. Viento cambiante. Un evento que sin duda posibilita repensar las narrativas comunes que sobre la mayanidad existen en nuestro contexto, donde la diversidad genérica pareciera olvidarse, al mismo tiempo que empodera y da a conocer el trabajo de jóvenes artistas.
Es imposible narrar y describir en este espacio los diferentes programas y eventos que se han suscitado en el GMMMM en los últimos meses. Los referenciados aquí son sólo una muestra de la labor que se está realizando y que dan cuenta de la producción de un espacio de cambio social, donde se tejen “nuevas” narrativas sobre lo maya, donde se promueve la participación y el diálogo de la diversidad; donde se reconocen los procesos vivos del pueblo maya en sus diferentes latitudes y se otorgan espacios de autorrepresentación.
Sin duda, estos elementos permiten anticipar una respuesta a la pregunta enunciada en el título: ¿gobernanza? Sí, por lo menos en lo que concierne a la presencia de ciertas características asociadas a ella: equidad, participación, sensibilidad social, confianza, información y conocimiento experto, saberes locales, etc. El tiempo posibilitará responder con mayor certeza si en conjunto estos programas y eventos enmarcados en el GMMMM están respondiendo a la necesidad de resolver un problema social: la apropiación, tergiversación y folclorización del ser maya en nuestro territorio. Esperemos que así sea; mientras tanto, sigamos disfrutando de lo que se nos ofrece.
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Edición: Estefanía Cardeña