Opinión
Normando Medina Castro
23/07/2025 | Mérida, Yucatán
Las decisiones y las acciones honorables de sus integrantes son fundamentales para que el gobierno actual de la Cuarta Transformación tome distancia clara de los gobiernos anteriores, de los cuales han asegurado, de palabra, en repetidas ocasiones “no somos iguales”.
Las palabras sin el respaldo de acciones y hechos pueden perderse en el viento, diluirse, convertirse en simples posicionamientos políticos sin contundencia.
Son pocas las decisiones, acciones, hechos, contra la corrupción y la impunidad, asumidos por el gobierno cuatroteista. La coherencia con los valores éticos que le dieron origen al movimiento fundado por el ex presidente Andrés Manuel López Obrador, no es fuerte. El “no somos iguales” que argumentan una y otra vez, no es respaldada contundentemente por conductas, acciones y hechos de las y los empoderados, a través del Movimiento de Regeneración Nacional, por via directa o de sus cuestionados aliados del Partido del Trabajo y el Verde.
La coyuntura actual pone a un “Obradorista” de cepa, Adán Augusto López, “hermano” político de Andrés Manuel López Obrador, según sus propias palabras, de tomar distancia de sus opositores. Independientemente de los elementos que existan, a favor o en contra, en el proceso penal de su ex Secretario de Seguridad Pública, Hernán Bermúdez Requena, acusado de fundar el grupo criminal “La Barredora”, cuando Adán Augusto gobernó Tabasco. Bermúdez Requena ha sido motivo de una intensa campaña mediática dirigida para “golpear” a Morena, a la presidenta de México Claudia Sheinbaum, al ex presidente López Obrador y directamente al actual líder del Senado Adán Augusto López, por presunta protección hacia su ex funcionario policiaco. La oposición partidista y mediática derechista, enrarece el proceso penal por su odio desmesurado al que no le importa la verdad ni la justicia, solo dañar, incluso al país, dando pretextos a la ultraderecha fascista e injerencista norteamericana en el poder en Estados Unidos, con Donald Trump, para dañar a México.
Con todos esos elementos, el senador Adán Augusto López está en la coyuntura de demostrar que los cuatroteistas no son iguales a sus opositores y evitar ampararse en su fuero y el poder, separándose temporalmente de sus cargos. Eso además de demostrar honorabilidad y decencia, aminoraría la presión contra la presidenta Sheinbaum que todos los días enfrenta los embates de Trump empeñado en dañar a todos y alejar la atención de las graves acusaciones en su contra vinculadas presuntamente, con sus placeres ilegales ligados al tristemente célebre delincuente sexual Jeffrey Epstein.
Es complicado entender el afán de auto desprestigiarse que tienen quienes aspiran a suceder a Mara Lezama en la gubernatura de Quintana Roo. Es pueril creer que no trascendería la privatización y venta de Playa Marlín como pretendió la alcaldesa Ana Paty Peralta, prácticamente “bajada del caballo” de la sucesión por ese deleznable hecho. Ahora la alcaldesa de Playa del Carmen, Estefanía Mercado, acusada de sobre costos hasta en el alimento para perros del lugar de acogida municipal de los canes, de pagar una renta millonaria de helicóptero, y muchos etcéteras de despilfarro, pretende que los playenses paguen los platos rotos aumentándoles el impuesto predial. Todos las y los demás alcaldes de Quintana Roo guinda, en el mismo tenor de “primero los negocios”, en fin, son cosas que pasan en nuestro país y en nuestro caribeño Estado.
¡Hasta la próxima!
Edición: Fernando Sierra