Opinión
Edgar Fernando Cruz
18/09/2025 | Mérida, Yucatán
Desde 2018 la vida pública en México atraviesa una transformación que, a primera vista, parece ser profunda. El choque de proyectos ideológicos ha generado una polarización social y una tensión palpable entre partidos, entre los tres poderes de la unión y, por extensión, en los poderes fácticos del país.
Mientras se avanza en lo económico y se rescata a 13 millones de personas de la pobreza extrema, se libra una batalla abierta contra la delincuencia organizada. La situación que enfrenta la presidenta y su gabinete es compleja y exige un control férreo sobre todos los organismos del gobierno. En el ámbito legislativo, los partidos minoritarios como Movimiento Ciudadano (MC) y el Partido Verde se han convertido en la bisagra política, un tesoro guardado que venderá caro su apoyo a Morena para aprobar reformas y confirmar candidaturas de cara a 2027.
Por otro lado, la Suprema Corte y el Poder Judicial enfrentan una crisis de legitimidad. Originada en las tómbolas, en los llamados “acordeones” y en la baja participación ciudadana de la pasada elección del poder judicial. Es un desafío que deberán superar con resultados tangibles y, como clamó la presidenta el 15 de septiembre, con justicia. Los órganos fiscales, tanto a nivel estatal como federal, tienen el reto de realizar un trabajo más pulcro y científico. La corrupción que permea en las fiscalías y en los juzgados, como se ha evidenciado en casos como el de Barrientos en el Estado de México, donde se han señalado múltiples irregularidades, Ya hemos llamado la atención sobre el trabajo desaseado respecto a las múltiples demandas contra el despacho inmobiliario de Miguel Loizaga Piera y sus fraudes Millonarios a cientos de inversionistas donde los fiscales no avanzan mandando al cajón del olvido los expedientes. Una práctica común que deja sin justicia a las víctimas.
En este complejo entramado político, salta la figura de Ricardo Salinas Pliego, empresario banquero, dueño de medios "político bisoño" quien cita y reúne a una vertiente opositora con ganas de formar un partido político como estrategia defensiva ante el juicio que librara con la nueva corte y el proyecto de la ministra Lenia Batres, de clara tendencia Morenista. La foto grupal de la reunión es un “striptease” de comunicadores armados con bolígrafos, pantalla y redes" Ricardo Salinas al frente, y todos atrás como en una barra de poder dispuesta a enfrentar la ideología del gobierno de Claudia Sheinbaum y liderar a la oposición una especie de nuevo Claudio X Gonzáles "¡llegó la hora!" Dijo y pregunto: “¿de que lado están; del despojo o de la propiedad? ¿de la mentira o la verdad? ¿de la esclavitud o la libertad?”
Al mismo tiempo, el desmantelamiento del contrabando de hidrocarburos ha dejado al descubierto a altos mandos militares, mostrando que el gobierno avanza pese a las fuertes resistencias internas y obvias complicidades.
El reciente caso de Hernán Bermúdez Requena, presunto jefe de "La Barredora" capturado en Paraguay, abre una puerta crucial: la de la transparencia o la opacidad. Su detención representa una oportunidad para desmantelar las redes criminales infiltradas en el poder. Sin embargo, el "seguro de vida" del yucateco es su silencio. Si la Fiscalía General realiza un trabajo limpio, las revelaciones de Bermúdez podrían ayudar a Omar García Harfuch a desenmarañar la red de complicidades.
La pregunta que resuena es: ¿hasta dónde cada uno de los actores involucrados aguantará la presión? ¿Quién pondrá sobre la mesa los nombres de los verdaderos operadores de este sistema? La oposición comienza a hallar el talón de Aquiles en la transparencia y la rendición de cuentas. El nuevo tiempo político exige un verdadero parteaguas, un antes y un después. La presidenta, con un claro capital social, se muestra decidida a pintar la raya, a hacer historia y transformar a México. O ¿habrá cambio de timón? ¿Será este el inicio de un verdadero cambio para el país? ¿un verdadero parteaguas?
Paso de gato
EL gobernador, Joaquín Diaz Mena, anunció una inversión del gobierno federal en el estado de 49 mil millones de pesos, recursos que hacen falta para detonar el estado, del 3 al 12 de octubre se llevará a cabo la semana de Yucatán en la Ciudad de México donde los yucatecos mostrarán toda su riqueza histórica Cultural y social, además de abrir la puerta a inversionistas que tendrán la oportunidad de concretar proyectos en la península, una región que ofrece grandes posibilidades casi en todos los campos. Sin duda el estado se prepara para abrirse a un nuevo rumbo que provoque el equilibrio social, una deuda histórica con mayas y mestizos de la región.
@EdgarFe55470211
Edición: Ana Ordaz