Opinión
                                  
                                    Aída López
                                    30/10/2025 | Mérida, Yucatán
                                    
                                           
          
Todo empezó el domingo
Cuando Leonora y Sansimonsi
Cruzaron Paseo de la Reforma
Como si fuera el Jardín de Francia
La huesuda caminando con Tinísima 
Preguntaba a quién se llevaría
Cada vez quedaban menos
Con verdadero oficio de periodistas
Juan Soriano, niño de mil años
Aún  jugaba con Lilus Kikus
Opción no era para el parnaso
De los ilustres famosillos
Elena con La flor de lis
Invocaba a Las siete cabritas
Ellas la salvarían
De la parca que ahí venía.
Métase mi prieta
Entre el durmiente y el silbatazo
Porque aunque sea Dos veces única
Aquí le aplico el azul albazo
No sea rejega, Elenísima
Te espera Gabo en el páramo
Con tu faldón amarillo 
Como Hojas de papel volando
Nada, Nadie, dijo Elena
Me convence de acompañarte
Menos si De noche vienes
Esperes que aquí me infarte
Se hicieron de Palabras cruzadas
Las indómitas pelo suelto
Improperios de Ida y vuelta
Retumbaban en La piel del cielo
Fuerte es el silencio
Entre Elena y la huesuda
Los mariachis también callaron
Ante la muerte testaruda
Hasta no verte Jesús mío
Le hago caso al contubernio
Monsi, Leonora y Tina
Quieren llevarme p´al infierno
Elena invitó a la parca
A la Boda en Chimalistac
Con la única condición
Que vaya vestida de frac
	
La vendedora de nubes se casa
El burro metió la pata
Si El tren pasa primero
Nos lleva, parca insensata
Luz y luna, las lunitas brillaron
La parca a la boda llegó
Elena como novia de pueblo
A media noche se la llevó.
*Texto ganador del primer lugar en el concurso nacional: Calaveras Literarias para Elena Poniatowska, convocado por la Fundación Elena Poniatowska Amor A.C. 
 
Edición: Estefanía Cardeña