Violencia contra mujeres deja huella en la salud mental: Esparza Guevara

Especial: Salidas posibles

No hay manera de que una agresión hacia una mujer, en cualquiera de los cinco tipos que establece la ley, no deje una huella en su salud mental, indicó María Elena Esparza Guevara, fundadora y presidente de Ola Violeta A.C., quien mencionó que los datos presentados por la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (Endireh) 2022, señalan que siete de cada 10 féminas mayores de 15 años sufren violencia de género.

Indicó que de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) la depresión es dos veces más común entre mujeres que entre hombres; ellas tienen el doble de probabilidad de requerir medicación siquiátrica. Muchas veces esta cifra se genera por los roles de género, porque para los hombres es más complicado pedir ayuda, sin embargo, la realidad es que las principales víctimas de cualquier tipo de agresión son niñas, mujeres y mujeres adultas mayores; de allí la importancia de hacer énfasis en el tema de género en el marco del Día Mundial de la Salud Mental, que se conmemora este 10 de octubre.

“Es inevitable el análisis de las enfermedades mentales sin filtrar desde la mirada de género… siempre hablamos de pedir ayuda y siempre hay una afectación a nivel interior, que no es reconocida sobre la propia víctima porque aprendemos a invalidar lo que sentimos”, expuso.

Otro dato de la Endireh es que 85.7 por ciento de las mujeres que sufren algún tipo de agresión no piden ayuda, por considerar que fue algo sin importancia y están en la parte más crítica del violentómetro, “no se ha medido el efecto en la parte más sutil, que es la violencia sicológica”.

“Allí es una muestra de hasta dónde llega esta invalidación de lo que estoy sintiendo, y cómo yo misma al creer que el entorno me dirá no seas exagerada, no seas intensa, yo me repliego y digo seguramente no tuvo tanta importancia”, lamentó.

El tema es que la huella interna siempre queda. En los talleres de Ola Violeta se ha corroborado que siempre la huella emocional está, aunque se convenzan a sí mismas que no es tan grave o no se dice para no preocupar a los demás, como hacen muchas madres que prefieren llorar a escondidas o no contarlo a sus amigas por pena; la vergüenza, el miedo, el no preocupar, son factores de vulnerabilidad en la salud mental, añadió. 

“La salud mental parece que es hasta que ya estoy deprimida o en un grado de estrés que ya estoy en ‘burn out’, desconectada de la realidad y no es así; una afectación a la salud mental puede ser eso que sentí en el momento en que mi pareja hizo una broma de mal gusto frente a los demás sobre mí. No tienes que estar rota para hablar de tu salud mental”, ejemplificó Esparza Guevara.

Las mujeres, recomendó, deben tener muy claro que tienen derecho a su autocuidado y salud mental, por muy difícil que parezca, “no es que no hay tiempo, es que no nos permitimos darnos ese espacio que pueden ser hasta cinco minutos y un tip muy concreto es la respiración consciente… simplemente cerrar tus ojos puede transformar tu salud mental” y atrevernos a nombrar nuestras emociones.

También recomendó utilizar la escala emocional MATEA (Miedo, Afecto, Tristeza, Enojo, Alegría), con la que se puede medir diario, semanal o mensualmente esas emociones y si alguna aparece recurrentemente buscar atención.

“Un tip final es asumir que no hay emociones buenas y malas, porque es un mito creer que es malo estar enojado o triste… las emociones son pasajeras, dinámicas; van a pasar y es importante que las registres, las atiendas y las nombres o comienza el bloqueo emocional”, concluyó.

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Edición: Estefanía Cardeña