Foto: Adam Jackson

Nombre científico: Setophaga citrina
Longitud: 12 a 13 centímetros
Peso: 10 a 11 gramos 
Dieta: Insectos, orugas y arácnidos
Ubicación: Estados Unidos; migra al sur en invierno, llegando desde México hasta Panamá.


La Wilsonia citrina (Setophaga citrina) es una especie migratoria de invierno, perteneciente a un diverso grupo de aves llamados warblers o chipes, conocidos así por su característico llamado: chip, chip.

De acuerdo con el biólogo William Canto, guía naturalista especializado en aves, se trata de una especie pequeña, de 13 centímetros a lo mucho, que se reproduce en Estados Unidos y migra al sur en invierno, llegando desde México hasta Panamá, en búsqueda de sitios de alimentación, a los cuales regresa cada año.

“Los machos son territoriales, prefiriendo zonas de selva conservada o vegetación densa, donde se alimentan de insectos, orugas y arácnidos, mientras que las hembras también se pueden encontrar en pastizal, matorrales y zonas inundables”, especificó.

Se trata, dijo, de un ave muy atractiva y fácilmente identificable. El macho resalta por su cuerpo, dorso y alas amarillas con una contrastante capucha negra, mientras que la hembra es amarilla con una coloración amarilla en la cara un patrón similar al macho pero difícilmente observable.

Es de los primeros chipes en llegar a la península de Yucatán, a principios o mediados de agosto. Hasta ahora y pese a los diversos riesgos que enfrenta la especie, se encuentra en la categoría de preocupación menor.



Foto: Ben Schwamb

Sus principales amenazas son: la destrucción de su hábitat, el cambio climático y gatos ferales, así como el acelerado desarrollo de infraestructura en la costa, ya que al llegar en migración entran por la costa y las ventanas de hoteles y casas se convierten en su principal amenaza, ya que cientos de ellos se estrellan contra los cristales. 

Su reproducción se da básicamente en el este de Estados Unidos, su nido es una taza pequeña que hacen a media altura en el bosque, son monógamos y ponen de uno a dos huevos. Las crías rara vez migran el primer año con los padres, son los adultos los que viajan al sur, encontrándose en la península entre agosto y marzo.



Foto: Vicki Miller 


La mejor manera de protegerlos, destacó el biólogo, es cuidando los bosques y la selva, “poniendo bebederos en nuestras casas, cinta reflejante en las ventanas para que las aves no se estrellen, no usar bocatrampas o resorteras”.

Visitante común de invierno en la vertiente del Caribe, es raro verlo en la vertiente del Pacífico; desde mediados de agosto migra principalmente de noche. Muchos vuelan de norte a sur a través del Golfo de México durante la migración. En la temporada invernal, los machos compiten por los territorios más húmedos de tierras bajas y las hembras ocupan principalmente matorrales.



Foto: Vicki Miller 

Es vulnerable a la fragmentación del bosque, lo que expone tanto a las aves como a sus nidos de construcción baja a depredadores como los gatos que vagan libremente. Su nombre en latín, citrina, hace referencia al color amarillo dorado del ave, que se asemeja a la piedra preciosa citrina.

Respecto a su alimentación, acostumbra saltar en el suelo, en las ramas bajas o en los troncos de los árboles para recolectar insectos de la superficie de las hojas en los arbustos bajos, pero también realizará vuelos cortos para atrapar insectos voladores, incluso los machos tienen las posibilidad de buscar su alimento en zonas más altas que las hembras cuando alimentan a las crías; en todo caso ambos mantienen territorios de alimentación bien definidos.



Foto: Adam Jackson

Entre sus insectos favoritos se encuentran las orugas, polillas, saltamontes, escarabajos, moscas y arañas pequeñas. La fascinación por los insectos alados se da porque tiene muchas adaptaciones morfológicas que la ayudan a capturar presas voladoras, como el pico relativamente ancho y plano, una cola relativamente larga para la maniobrabilidad y ojos grandes para seguimiento de insectos.

Se dice que los chipes encapuchados tienen a confundirse con otras especies, como la Cardellina pusilla (Chipe Corona Negra) y Geothlypis formosa (Chipe de Anteojos), pero se distinguen por las plumas exteriores blancas de la cola del Chipe Encapuchado; mientras que la Setophaga magnolia (Chipe Cola Fajeada) tiene un canto similar pero el de ésta es más fuerte.



Foto: Chrissy McClarren and Andy Reago

Mientras que entre la Cardellina pusilla (Chipe de Wilson) la hembra es especialmente amarilla, pero con mejillas aceitunadas y carece de manchas en la cola, las hembras de chipe encapuchado siempre muestra una cara amarilla con un borde verde oliva más oscuro y prominentes manchas blancas en la cola, que se ven fácilmente cuando la cola se abre en abanico y se ensancha durante su tiempo de cazar alimento.

Como cada viernes, La Jornada Maya te invita a conocer la fauna endémica del sureste mexicano. Aquí te compartimos la colección que tenemos hasta el momento. ¡Disfrútala!


Edición: Estefanía Cardeña


Lo más reciente

Padres de bebé abandonado en Tultitlán son investigados por intento de homicidio

Ambos pasaron sus primeras horas en los centros penitenciarios de Cuautitlán y Tlalnepantla, respectivamente

La Jornada

Padres de bebé abandonado en Tultitlán son investigados por intento de homicidio

El papa Francisco, hospitalizado por una bronquitis, durmió bien

Exámenes mostraron ''una infección en las vías respiratorias'' y que presentaba ''fiebre leve''

Afp

El papa Francisco, hospitalizado por una bronquitis, durmió bien

''Live, from Nueva York…'' 'Saturday Night Live' cumple 50 años de risas y carcajadas

NBC festeja con documentales, película y un especial con Eddie Murphy, Robert de Niro, Scarlett Johansson y otros invitados

Efe

''Live, from Nueva York…'' 'Saturday Night Live' cumple 50 años de risas y carcajadas

Comparte Casa Blanca burlón mensaje de San Valentín a los migrantes

En la imagen compartida en redes sociales se observan los rostros de Trump y de su 'zar' fronterizo, Tom Homan

La Jornada

Comparte Casa Blanca burlón mensaje de San Valentín a los migrantes